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Todo termina en un mariachi

Hace algunas semanas los estudiantes que terminaron la carrera en la unidad en la que estudio celebraban ese hecho histórico, y quemaron cohetes, tomaron guaro, y bailaron con mariachis. Resulta que es una tradición que los estudiantes que cierran pénsum realizan tan ceremoniosamente como escandalosamente. Entonces la euforia por el paso de cerrar la carrera se volvió una fiesta completa.
Allí terminan, los desvelos, las presiones de exámenes, todo lo que implica la vida del estudiante. Pero ¿Realmente es el fin? Probablemente sí. Es el fin de algo. Y el comienzo de todo lo demás. Entonces, a un año exacto de que eso me suceda, me veo en la misma situación y es frustrante creer que allí acaba todo y celebrar ese raquítico hecho.
Creer que el logro más importante de mi vida llegue después de un examen y que con cohetillos, voy a alivianar todo el sacrificio hecho durante los últimos cinco años, es pobre.
Realmente me vi patético en la situación. Pero lo que más me preocupó es el hecho de saber que dentro de pocos meses más mi carrera terminará en un mariachi oliente a ron barato de la zona 1 capitalina.
Cómo es posible resumir mi vida a un vulgar mariachi. Y sentirme contento con ese hecho. Hace algún tiempo, cuando me gradué de la secundaria, mi celebración fue pobre, porque yo quería que fuera así. No tengo ninguna fotografía de ese hecho. Porque esperaba este momento. Encontrarme al filo de la gradación universitaria, que creí, por un momento, fuera más dignificante.
Pero, veo que no es así. Que es un hecho tan simple como altisonante. Y en el peor de los casos arrastrado por la chabacanería hasta lo indigno. Pero no puedo esperar más. Entonces ese mariachi, toca en una celebración vacía, sin sentido, pretendiendo que sea por lo menos sea gratificante.
Pero qué legare de recuerdo; más allá de fotografías de la bandada a medio embriagar. O los mariachis tocando canciones que pasé aborreciendo toda mi vida. Ciertamente es un fin criterio alguno. Sin fundamento, sin ceremonia y vergonzoso.
Celebrar el paso de perico que se da en la vida no puede ser más grosero. Y en este sacrílego hecho, lo que debió ser un hecho, sino inolvidable, por lo menos plausible.
Pero en realidad en este mundo matraca, globalizado e interconectado, el cerrar una carrera, que no es lo mismos que graduarse, puede verse como verse como el acontecimiento del siglo. Pero yo le veo más simple y hasta más triste. Es dejar todo lo que te formó un día. Y dejar de aprender, lo que nunca aprendiste. Es cerrar la puerta de golpe sin oportunidad a arrepentirse.
¿Realmente estos estudiantes celebrar el hecho de subir de nivel académico o celebran el hecho de ya no tener que aprender más? Es que ahora ya dejaron de ser estudiantes (título muy digno y humilde, por cierto) y serán los futuros graduandos de la U. Título que en muchas ocasiones termina siendo eterno.
Esa noche los exestudiantes, celebraron su fin de pénsum, con ron barato y luces de cabaret. Digno de una película de los treinta. Entonces la película que pasaba ante mis ojos esa ocasión; de cuerpos contoneándose, meciéndose, pasaron al blanco y negro, y luego se amarillearon como una foto vieja, con un espacio en la orilla de la misma. Un lugar que probablemente ocuparé dentro de un año. Y del cual, no quiero salir con olor a un viejo mariachi y cigarrillo barato. Celebrando que ya lo sé todo y que no necesito más de los libros. L

Angel Elías

Comentarios

Muy bien narrada. Será complicado por las amistades que puedas eludir una celebración pública, pero que nadie te quite una celebración íntima ante los poetas que adoras o escritores que admiras. Haz de ese momento algo mágico. Ojalá me lo puedas narrar dentro de un año, ya se me ocurriría alguna sugerencia.

Saludos.
Anónimo dijo…
Espero poder Goathemala narrar lago digno; pero espero de todos modos salir, sin siquiera celebrar. agrdeeria una de tus sugerencias o de algun internauta que lea estas palabras.
Muy buena nota. Pero veras que en como en la vida no hay nada suficientemente grande para celebrar (aunque quizá sí, la muerte, eso, la muerte es el gran final a celebrar) celebramos cada uno de los pequeño pasos que damos. Soy un chico sin celebraciones, digamos. Cuando me gradué asistí con gripe al acto y me dormí temprano. Sin embargo en el fondo he estado celebrando algunos pequeños triunfos: el haber estado con ustedes en San Martín, que la próxima semana es mi primera salida al exterior del país para leer poesía, en fin. Esas cosas pequeñas porque la más grande, la única digna de ser festejada, es tan poderosa que te anula.
Saludos.
Muy buena nota. Pero veras que en como en la vida no hay nada suficientemente grande para celebrar (aunque quizá sí, la muerte, eso, la muerte es el gran final a celebrar) celebramos cada uno de los pequeño pasos que damos. Soy un chico sin celebraciones, digamos. Cuando me gradué asistí con gripe al acto y me dormí temprano. Sin embargo en el fondo he estado celebrando algunos pequeños triunfos: el haber estado con ustedes en San Martín, que la próxima semana es mi primera salida al exterior del país para leer poesía, en fin. Esas cosas pequeñas porque la más grande, la única digna de ser festejada, es tan poderosa que te anula.
Saludos.
Muy buena nota. Pero veras que en como en la vida no hay nada suficientemente grande para celebrar (aunque quizá sí, la muerte, eso, la muerte es el gran final a celebrar) celebramos cada uno de los pequeño pasos que damos. Soy un chico sin celebraciones, digamos. Cuando me gradué asistí con gripe al acto y me dormí temprano. Sin embargo en el fondo he estado celebrando algunos pequeños triunfos: el haber estado con ustedes en San Martín, que la próxima semana es mi primera salida al exterior del país para leer poesía, en fin. Esas cosas pequeñas porque la más grande, la única digna de ser festejada, es tan poderosa que te anula.
Saludos.
Anónimo dijo…
las cosas pequeñas no existen si pra nosotros en significante Winston, que buena nota que nos temes en cuenta como tus celebraciones, pero me alegra aun màs el hecho de viajar al exterior a leer poesia. Yo ya lo hice, pero creo que, desafortunadamente, no valore el momento como tal. Pero si lo senti emocionante en su momento.
Como todavía queda tiempo estaré pensando... :-)
Anónimo dijo…
Yo también creo que es una buena nota, ya que tampoco me agrada la idea de festejar al cierre de mi carrera de esa forma. Espero que el próximo año encontremos una mejor forma de celebrarlo o tal vez la mejor sea no hacerlo.
Gamp*
Anónimo dijo…
GAMP ya veremos còmo lo celebramos, esperemos que de aqui en adelante surjan nuevas ideas. Pero lo màs importante que sea una idea que nos convenga.

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