Anatomía de la musa del olvido.
Bailar entre tu amnesia, es humedecerse los pies en la mezcla perfecta de licor, la voz herida de Ray Tico y los dardos sonoros de los cláxones que atraviesan el cuerpo y la madrugada.
Amores hechos burbujas sobre las copas que aprenden a danzar vacías, el hormigueo en los labios que deja la metáfora inacabada, la palabra interrumpida, el corazón, -erizo melancólico- que destila espuma a las 2 a.m. sobre el filo más triste de la barra.
Permite que sujete mis párpados, que la mano respire, que despierte sus dedos. No busco a dios. Intento rumorar versos, o tu número telefónico que para ese instante ya es lo mismo. La soledad que alumbra este sacrificio, es color ámbar, como el olvido, huele a horas silábicas no descubiertas en el desvelo.
Desvelo, gota blanca cae, un tajo sobre la voz, despiadada, insalvable. Me desdibuja el gesto sobre el papel, la mano tiritando en delirio hasta que esta soledad de versos se acabe.
Se funden soles acristalados, el corazón destilado, seguir bailando…sobrevivir a tus ojos como al vacío literario.
Bailar entre tu amnesia, es humedecerse los pies en la mezcla perfecta de licor, la voz herida de Ray Tico y los dardos sonoros de los cláxones que atraviesan el cuerpo y la madrugada.
Amores hechos burbujas sobre las copas que aprenden a danzar vacías, el hormigueo en los labios que deja la metáfora inacabada, la palabra interrumpida, el corazón, -erizo melancólico- que destila espuma a las 2 a.m. sobre el filo más triste de la barra.
Permite que sujete mis párpados, que la mano respire, que despierte sus dedos. No busco a dios. Intento rumorar versos, o tu número telefónico que para ese instante ya es lo mismo. La soledad que alumbra este sacrificio, es color ámbar, como el olvido, huele a horas silábicas no descubiertas en el desvelo.
Desvelo, gota blanca cae, un tajo sobre la voz, despiadada, insalvable. Me desdibuja el gesto sobre el papel, la mano tiritando en delirio hasta que esta soledad de versos se acabe.
Se funden soles acristalados, el corazón destilado, seguir bailando…sobrevivir a tus ojos como al vacío literario.
Alejandra Solórzano
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