Hace algunos días viajé con mi amiga Marilú, una señora de 67 años con quien platicamos de muchas cosas, ella es amante de la poesía, es una mujer muy activa. Tiene una mente tan lúcida que hasta me da envidia. En un viaje del pueblito a la capital guatemalteca me acompañó con una interesante historia que en realidad vale la pena compartirla con ustedes.
Resulta que ella me cuenta que en los primeros días de casada pasó un rato que en su momento le sacaba los colores, pero que ahora le saca sonrisas.
Cuando se casó, a la edad de 16 años, su esposo se la llevó a su casa. Que quedaba en un área rural, rodeada de naturaleza. Ella estaba muy feliz y entusiasmada por su nueva vida. Pero un pequeño detalle, ella no sabía hacer nada. Así es. Ni cocinar, ni lavar, ni barrer, ni nada de nada, por lo menos de los nobles oficios de la casa. Sin embargo su esposo comprendió que con el tiempo la cosa iba a cambiar.
En la primera semana le tocó lavar una sábana, que ella describe como enorme. Parecía que no tenía fin, pero que también era finísima. Pasó toda la tarde luchando con aquella sábana que mas parecía alfombra. Al terminar ya la noche era evidente. Para no resfriarse tratando de colgarla decide dejarla sobre la grama del patio de la casa. ¿Qué le puede pasar allí? Era evidente que nada. Ella se retira para levantarla al otro día.
Al otro día, aquella sábana no estaba. Había desaparecido. Con angustia evidente la comienza a buscar por varios lados. Y no la encuentra. Le pregunta a la dueña del lugar. Ella le dice que no ha recogido nada. Pero, dónde las ha dejado, le pregunta. Las dejé sobre la grama para que se secaran. Ah, dice la aquella señora que cambia de semblante. Y entre risas le dice que todo apunta a que las vacas se comieron aquella sábana.
Mi amiga no sabe donde meter la cara, no volvió con su esposo a mencionar las sábanas. A estas alturas me dice ella, aquellas vacas comieron sábanas finas, limpias y bien blancas, ¡Buen provecho!
Ángel Elías
Comentarios
...qué comen los peces?
ahora los otros peces yo creo que comen alfombritas.
Je!
un abrazo y gracias por la visita.