Recuerdos II: Esos retazos tiempo que encontramos cuando no los estamos buscando. Vivimos en el recuerdo de alguien y muchos viven en los nuestros. Pueden ser grandes aliados si fueron buenos, si fueron malos… los recuerdos, recuerdos son.
Vida: hacete un café, servite. No tengás miedo a los qué dirán, porque ellos no saben nada. Allí está el periódico, ¿Qué noticias te llaman la atención? Recordá que siempre me ha gustado tu timidez, pero vamos, teneme confianza. Son 26 años de vivir juntos, de compartir secretos, sonreí que aún no nos hemos terminamos de conocer.
Domingo: mal día. Sábado una antesala al infierno. Lunes… un poco de café muy necesaria para arreglar el mundo.
Café en la mañana de lunes: yo no tomó café. No me gustan los lunes.
Noticias antes de levantarme: Broma de mal gusto. No deberían pasar noticias malas antes del desayuno. No por lo menos antes de prepararme sorpresivamente unos huevos chamuscados.
Buenos Días: me gusta escuchar tus buenos días. Puede hacer la mañana más brillante, la lluvia más fresca, el transito menos denso.
Malos Días: me disgusta escuchar tus deseos de malos días. Porque vuelve la mañana espantosamente calurosa, la lluvia impertinente ya que no me deja salir de casa y un tránsito que no me deja escapar.
Arte: único medio de escapar de este aparato llamado sistema. Tomo fotografías para matar el tiempo. Aunque me di cuenta que no lo mataba solo lo petrificaba. La poesía… unas palabras que te pueden devolver la vida por momentos.
Posteridad: nadie vive tanto tiempo como para cobrarse esas regalías. Afortunadamente los muertos no pagan demandas.
Hijos: me gustaría tener hijos, todos los tienen. Aunque no sé si mis hijos me quisieran de padre. Creo que es justo que escojan, eso para vivir de una manera normal. Si me hubieran puesto a escoger hubiera pedido nacer en Marte o ser un dinosaurio, por ejemplo.
Sol: Amor, es aquello que sale de tus labios cuando sonríes y me dices… ya pagué la cuenta de la luz.
Fortuna: me dediqué a buscar la fortuna. Siempre me huyó. Con los años todos la tenían. Eran sus amantes. Yo simplemente la tenía cuando jugaba la lotería, pero no me era suficiente.
Ángel Elías
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