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Mostrando las entradas de marzo, 2011

Una historia citadina

 a aquellos recuerdos  que nunca terminamos de encontrar... Llovía en la ciudad de México. Todo parecía tan profundamente confuso. Aquellos diluvios que caracterizan a esa ciudad de más de 20 millones de almas asustan un poco. Ya me encontraba en el café donde quedamos para platicar. La plaza Cibeles entonces es bañada estrepitosamente con todas sus estatuas por la lluvia que cae. El café era quien me acompañaba. Nada más. Es un poco triste sentarse en el medio de la nada, si más conocidos que unos desconocidos y separados por miles de kilómetros de los recuerdos. La lluvia se arreciaba. Los autos eran casi unos submarinos que atravesaban las calles aledañas a la plazoleta. Me dieron un café enorme, mi boca todavía tiene el sabor a ciudad-humo. La lluvia dio una tregua extraña. Como si el ojo del huracán se hubiera estacionado sobre nuestras cabezas. Soplaba una brisa húmeda, fría y los chorros de la Cibeles s

La entrevista

Ilustración La maja desnuda/ Francisco Goya Cuando llegué al apartamento N. me dejó entrar. Estoy ocupado, me dijo. Solo termino esta sesión y comenzamos con tus preguntas. Era un apartamento con vista a la ciudad de Guatemala. Aquel fue un día caluroso, de eso en los que la ropa se le pega al cuerpo. Yo llegué corriendo porque era la oportunidad de conocer a un fotógrafo famoso. Y en efecto N. tenía la fama de ser uno de los mejores retratistas de Latinoamérica. Ese sitio tenía poco, una mesa, sobre ella algunos rollos y algunas cámaras viejas. Un ventanal por donde entraba el sonido de los autos que pasaban abajo. Era el noveno nivel y parece que el ruido sube como el humo de esta ciudad. Aquel lugar solo tenía dos ambientes. La sala y el dormitorio. En la pared un autoretrato de N. Mi entrevistado entró a su habitación y cerró la puerta. Desde adentro me gritó que le diera unos minutos, que quería arreglar el desastre que tenía en el cuarto. Algu

366º

A veces uno emprende actividades increíblemente tontas e irrealizables. Gobernar un país o pensar que las cosas pueden cambiar. Ciertamente es una ilusión que todos guardamos. Sin embargo hace algunos días un amigo me recriminó mi exceso de quejas. Y me dijo que propusiera soluciones. No soy un ser celestial para proponer soluciones. Sin embargo puede hacer algo más interesante y que hará de este paso algo más vivible. Creo que si uno se lo propone puede encontrar lo bello de la vida en cada esquina. Bueno, eso me he propuesto. Encontrar la belleza diaria. Por ello hoy presento, ganado por el entusiasmo, que espero me pueda durar bastante, el Proyecto 3-66.  Aunque el nombre suene un tanto estrambótico, creo que es necesario. Este proyecto tiene por objetivo fotografiar el mundo que circulo durante 366 días que dura un año. 366 teniendo en cuenta que el próximo año es bisiesto. Esto será publicado en mi blog de foto. Tendremos entonces fotografía nu

la píldora de hoy

Hay un tema que ronda hoy. El de las mujeres. Felicitadas, congratuladas y bendecidas por ser mujeres.   Aunque un día signifique lo mismo. Ciertamente y sonando políticamente incorrecto, en el día de las mujeres, éstas son felicitadas por ser mujeres y nada más. Ya que nuestras sociedades replican complacencia al género. Hasta cierto límite, claro. ¿Después de este día mejorarán sus condiciones de mujer social? Todo se queda en felicitaciones, como si cumplieran años. Como si celebraran navidad o algo así. Entonces la igualdad de derechos en esta sociedad de hombres con las mujeres se queda en, somos iguales, pero hasta allí.  Las mujeres generan los misóginos que las golpean. Recrudecen los machistas que las acosan. Los hombres entonces se sienten cómodos en esta situación, actuando como fueron entrenados. Ellos las felicitan, y nada más. Desafortunadamente los patrones de conducta no cambian y este día solo es una celebración más en el calend