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La entrevista


Ilustración
La maja desnuda/
Francisco Goya

Cuando llegué al apartamento N. me dejó entrar. Estoy ocupado, me dijo. Solo termino esta sesión y comenzamos con tus preguntas. Era un apartamento con vista a la ciudad de Guatemala. Aquel fue un día caluroso, de eso en los que la ropa se le pega al cuerpo. Yo llegué corriendo porque era la oportunidad de conocer a un fotógrafo famoso. Y en efecto N. tenía la fama de ser uno de los mejores retratistas de Latinoamérica. Ese sitio tenía poco, una mesa, sobre ella algunos rollos y algunas cámaras viejas. Un ventanal por donde entraba el sonido de los autos que pasaban abajo. Era el noveno nivel y parece que el ruido sube como el humo de esta ciudad.

Aquel lugar solo tenía dos ambientes. La sala y el dormitorio. En la pared un autoretrato de N. Mi entrevistado entró a su habitación y cerró la puerta. Desde adentro me gritó que le diera unos minutos, que quería arreglar el desastre que tenía en el cuarto. Algunos minutos mantuvo un silencio extraño. Solo es escucharon cuchicheo y una sonrisa. Abajo la ciudad parecía inmuta.

A los minutos N. me abrió la puerta y me dejó entrar a la habitación. Ningún objeto en especial. Sábanas tiradas, unos reflectores, cámaras de fotos y una pantalla para difuminar la luz de la ventana donde revoloteaba una cortina. En la cama una mujer desnuda.

Comencemos, me dijo… qué querés preguntar. Me quedé silencioso por unos segundos. N. siguió tomando fotos. No te preocupés, que ella no siente pudor a su desnudez, me dijo para motivarme a iniciar la entrevista. Encendí la grabadora. Él con su cámara buscaba el encuadre para tomar la plenitud de aquella mujer, que era un cúmulo de belleza y juventud. Es que aquella femenina presencia era especialmente bella. Por su juvenil desnudez, por su naturalidad y falta de timidez.

¿Por qué fotos desnudas? Es que acaso la desnudez no es un elemento de caos y vulnerabilidad. La desnudez es encontrar la esencia natural de las personas. Es como ver a través de la fragilidad del humano. Además de su belleza sin ornamentos.

La joven quien no tendría más allá de 22 años se movió lentamente y una brisa jugaba con su cabello. Era un cabello castaño y muy liviano. Cierra los ojos y juega por momentos con la sábana de la cama. Se escucha el sonido de la cámara trabajando. Click

¿Entonces la desnudes es fotografiable? Claro, y es un caos completo. Es incomprensible y especialmente hermosa. Por esa forma de turbar a la gente que se desnuda y que ve desnuda a las demás. Por ello la desnudez es un estado. Debería ser un estado anímico común.

Ella juega con sus piernas y hace una bicicleta imaginaria. Se mantiene callada. No quiere salir en la grabación. Su piel blanca por momentos se confunde con los lienzos que colocó N para cubrir una cama vieja.

¿Porque el prejuicio a la desnudez? Es que no nos gusta sentirnos indefensos, ya que ella es nuestra última frontera. Quien nos ve desnudos, nos posee de alguna manera, tiene y captura por momentos nuestra más profunda intimidad. Pareciera que atrapara nuestros secretos y eso es lo que realmente nos turba.

La modelo, rió. Se tapó la boca porque sabía que su sonrisa se grabó. Tomó un sorbo de agua de un vaso que tenía en la mesita de noche. Remojó sus labios y se echó el resto agua en el cuerpo. Pareció que al N. le gustó la imagen y toma fotografías macro de las gotas en su cuerpo. Habían gotas de agua por todo su cuerpo. Parecían perlas. Las fotografías saldrán nítidas, dice N.

¿Cómo evitar confundir este arte con lo pornográfico? (Se detiene, se va a la mesita de noche y saca de la gaveta un folleto con las foto que ha hecho)  ¿Te parece pornográfico? Las fotografías solo develan el nivel de arte que entendemos. No más. Quien piensa y vive del arte entiende lo que digo.

Retomó su cámara. La chica se acercó a la ventana y perdía su vista en el horizonte. Su cabello volaba, daba la impresión de que abarcaba toda la habitación. Parecía que por un momento, a modo de cola de cometa, nos atraparía. Era innegable que era una desnudez que apresaba.

¿Qué pretende entonces tu foto? A ella. (Me señala la muchacha de piel levemente trigueña, de eso me di cuenta hasta ese momento, cuando el sol pegó en su rostro)  Pretendo llevarle al mundo la belleza que ocultamos, la que a la larga es la genuina. Quien nos ve desnudos, ve la belleza íntima y verdadera. La que ocultamos siempre.

La entrevista terminó, pero las fotos continuaron sobre la desnudez de aquella mujer. Una belleza permanente en el imaginario colectivo. Es como ese objeto transcendente. Ese que nos transporta a entender que una foto es más que un momento. Es el caos completo que se ordena dentro de un espacio de encuadre. Al salir de aquel lugar todo pareció menos caótico.

Ángel Elías

Comentarios

Engler dijo…
La desnudez es morbosa porque esconde. Como todo lo oculto. Y más allá de consideraciones estéticas y culturales, la desnudez es hermosa porque es precisa, justa y exacta.
Angel Elías dijo…
La desnuedez como la última frontera,,, dichosos aquellos que hemos vuelto para poder contar la historia

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