Diputada Vicenta Jerónimo, MLP. (Foto: Publinews) |
La diputada del Movimiento de Liberación de los Pueblos, Vicenta
Jerónimo, propuso en el Congreso de Guatemala que los almuerzos de los parlamentarios
que participaran en las juntas de trabajo no se siguieran pagando por el
Congreso.
Ella pidió renunciar a las comidas, pago telefónico, el seguro médico,
seguro de vida y la caja chica. Muchos congresistas aplaudieron la decisión,
otros la atacaron, pero solo ella votó a favor cuando llegó la hora de hacerlo.
Se quedó enarbolando la bandera de la dignidad en el desierto de palabras
al que acuden los congresistas cuando los moderan.
Álvaro Arzú Escobar, diputado por el Unionismo, fue el que
más se indignó por la propuesta, argumentó que como congresistas merecen comer
cuando trabajan. Cada diputado gana más de Q35 mil y en dietas reciben arriba
de los Q 5 mil mensuales. Las bancadas minoritarias y que durante campaña
llamaron al cese de la impunidad quedaron sepultadas bajo la expectativa que el
silencio regala a los indecisos. MLP pidió ser retirado de esos privilegios,
argumentó que existen niños con altos grados de desnutrición y que ese dinero
puede ser mejor usado.
Pero realmente lo que los diputados y los representantes de
la oligarquía nacional pelean, no son las dietas o un simple almuerzo, pelean
el privilegio que se les ha asignado, que usan y del cual abusan para sus
oscuros fines. La diputada pidió algo tan trivial, pero a la vez que levantó
tantas ronchas que pareciera que está pidiendo una nueva reforma agraria, pero no,
ella pide justicia, en representación de sus votantes, pidió coherencia en el
gasto público. Tema que parece que es demasiado espinoso para los diputados.
En Guatemala, los privilegios les han dado el poder de pisotear
a los gobernados desde tiempos de la Colonia, o como se le conocía a esta
región en el siglo XVI: La audiencia de los confines, nombre por demás
adecuando para etiquetar a estos países olvidados por la Divina gracia.
#LHVideo— Diario La Hora (@lahoragt) February 4, 2020
La reacción de Arzú E. a la propuesta que el Congreso no pague los almuerzos de los Jefes de Bloque. pic.twitter.com/zqEdm7U1z6
Lo que no olvidaron los herederos de Pedro de Alvarado fue a
saquear, abusar y esclavizar, a usar sus privilegios para oprimir. El famoso
almuerzo, no es un tiempo de comida de panes, pollo y vinos, es un símbolo de
una oligarquía a la que nunca se le ha pedido cuentas y que siempre quita sin
preguntar, o sea: saquean como cualquier ladrón de quinta.
Los españoles vinieron a esclavizar a las poblaciones indígenas,
a minimizar sus conocimientos, a criminalizar su modo de vida, a cambiar su
cosmovisión por religiones que usan la culpa para sus fines. Ellos crearon la
encomienda y al decretarse las Leyes de Indias, que eran para suavizar el trato
a los indígenas, ellos simplemente dijeron que no, que no harían caso a su Rey
español y seguirían tal y como estaban. (Suena muy actual). En la actualidad,
aún vivimos en el Siglo XVI.
La diputada vino a evidenciar, a poner la línea, muy delgada,
en un tema casi inocuo. Ahora se puede ver, (a la hora de los verdaderos
debates), de qué lado están muchas de las bancadas llamadas dignas. Porque, pueden minimizar el tema, pero no pueden minimizar sus posturas. Ojalá
sus votantes no se pongan en la defensa oficiosa, deben ser sus mayores críticos,
total, ellos los pusieron a representarlos y no a tomar posiciones cómodas en
el Congreso, por participar en el juego de la política.
Y no, pedir que los diputados paguen sus almuerzos, no es un
acto insignificante y sin trascendencia, es una trampa que evidencia constantemente al poder económico, el cual no se come un plátano por no tirar la cáscara. Una
oligarquía perezosa, arcaica, feudal y como diría Luis Cardoza y Aragón: fecal.
Ángel Elías
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