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Mostrando las entradas de junio, 2007

Aniversario

Por cierto, además del aniversario del blog, celebro dos años de mi programa de radio. Y va a haber un fiestón. Resulta que desde hace dos años produzco y conduzco con unos amigos un proyecto cultural en radio. Un proyecto que inició con un sueño personal, como tantos que se me ocurren, pero llegó a ser una hermosa realidad de 2 años de edad en el aire. Resulta que con la Asociación Guatemalteca de Casas de la Cultura y la Dirección General de Radio Nacional TGW. Instituciones dirigidas por Osberto Gómez y Javier Hernández, en su orden, me confiaron un programa de radio donde se divulga todo el acontecer cultural de Guatemala. Luego me encargué de buscar a las personas que me ayudaran en este proyecto. Encontrando a profesionales que en su momento me apoyaron y que luego buscaron proyectos propios y otros que se han enamorado del programa. Es el caso de mis actuales compañeros, Jessica Cardona, Baudilio Rodas y Hugo del Cid, sin quienes probablemente no hubiera aguatado el trajín. Ento

Picuegallo II

¿Porque la cara larga? Por alguna extraña razón de unos días para acá me he sentido ligeramente triste y decepcionado. ¿Si tengo razón para estarlo? Aparentemente no. Sin embargo estoy apagado. Esto porque en mi vida están pasando cosas que trastocan mi modo de vida. Y ahora no tengo idea de cómo terminará el año. Y lo más fatídico, terminará sin que yo lo quiera. Porque después nada será igual. Hace algunos años, soñé con este momento. Pero a medida que se acerca no lo quiero tener. Porque me di cuenta que el cielo es mucho más allá de lo que te muestran las nubes. Y que se puede llegar hasta allá. Sucede que cambio de trabajo de aquí en adelante. Y no es que me disguste el trabajo del todo. Pero entro a un sistema que siempre critiqué, y que ahora, que me sumerjo en él, empiezo a cuestionarlo más. Pero el cambio se debe a motivos de “superación personal” porque en este país, del arte no se vive. Y la cultura a muy pocos puede darles de comer muy dignamente. Yo sobreviví, algunos año

El Primer Amor

El primer amor lo encontré a los dieciséis años. Un año y medio después desapareció. No por alguna trágica situación sino porque así tenía que ser. Como lo diría Pessoa: razón del desamor/ así tenía que ser. El primer amor es el idealizado, el puro, el inocente. Donde se entrega el alma sin prejuicios. Donde se quiere incondicionalmente. Y de donde se aprende a querer para el resto de la vida. No creo que esa primera experiencia sea necesariamente trágica. Más bien está tan idealizada que nunca vemos sus defectos. Y con los años no la olvidamos. Porque ese primer amor nunca se olvida. Se mantiene perenne, perpetua, talvez solo como recuerdo. Y muchas veces hasta olvidamos a la persona, pero lo que nunca olvidamos es el sentimiento. Este sentimiento se mantiene aunque no lo queramos. El primer amor es inocente, se desarrolla con la facilidad que solo la ignorancia del corazón que nunca ha sido roto puede dar. Se entrega lo poco que se tiene en una esperanza. El corazón se entrega comple

La Poesía ¿ontá?

Dentro de unas semanas celebraré el aniversario del Blog. ¿Si tendré una fiesta por dos años de actividad? No lo sé. ¿Cómo se celebra de forma electrónica? En fin, celebraremos todos los gatos este arribo a dos años de publicación. Pero el motivo de este post, no es el aniversario sino un tema que un par de amigos me plantearon hace algunos días. ¿Por qué dentro del blog no publico poesía? Muchos amigos han optado por la poesía dentro de sus blog, cosa que no lo veo mal. Lo veo plausible. Cuando comencé el blog, nunca me planteé la posibilidad de la poesía. Porque necesitaba un lugar para ensayar, y experimentar la cultura blog. Entonces la poesía, para mí, como que no tenía un lugar allí. Desde hace varios años escribo poesía, y desde hace pocos ensayos. Y de allí la pregunta del por qué no publicar poesía. ciertamente me siento más cómodo con el ensayo que con la poesía. Talvez porque lo hace sentir menos vulnerable, o simplemente porque me sale mejor. En la poesía uno se termina exp

¿Y el Diablo?

Está en tu cabeza. Desde hace ya bastante tiempo que abandoné la religión por convicción. No por rebeldía sino porque creí que era lo mejor. En un mundo tan religioso yo soy algo así como un ente raro al que no le importa condenarse al infierno. Por ello he sido condenado por fundamentalistas cuatro veces al infierno. Eso en realidad no me preocupa, porque creo que ese lugar lleno de azufre e interminables llamas, existe en la imaginación de cada quien. En este país, los predicadores de la palabra divina se suben al servicio de transporte colectivo a condenar almas. Y en una ocasión fue la mía la que paró en el horno del diablo. Yo creo fielmente en la libertad del individuo. Creo que cada quien tiene el derecho de crear la realidad que lo complazca. En este caso creer en una religión que lo satisfaga. Pero creo completamente errado tratar de imponérselo a los demás, exiliándolos a la cola del diablo. Sucede que uno de estos fundamentalistas se empeñó conmigo, porque tuve la osadía de