Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2007

Y último...

La Totalidad Concreta “Se entiende como totalidad concreta a la fusión de las realidades para formar una sola. Una totalitaria. Dicen que la totalidad concreta es en sí la realidad. La Realidad como un complejo de hechos, elemento simplísimos y directamente inderivables. De ello se desprende que lo concreto es un conjunto de hechos. Que no es del todo cognoscible por tener distintas aristas. La dialéctica de la totalidad concreta no es un método que pretenda ingenuamente conocer todos los aspectos de la realidad sin excepción y ofrecer un cuadro total de la realidad, con sus infinitos aspectos y propiedades, sino que una teoría de la realidad y su conocimiento como realidad” En un momento uno se detiene al escuchar esto y se da cuenta que nuestra supuesta realidad no es más que un conjunto de hechos que nos ayudan a explicarla. Los accesorios, como yo los llamo, ayudan a ese proceso. El desnudarla, el quitarle el maquillaje excesivo es lo que necesita la realidad concreta para reconstr

Los Accesorios

La realidad subjetiva tiene un elemento que la hace especial; los accesorios. ¿Qué son los accesorios? Los accesorios son aquellos elementos que distorsionan la realidad objetiva. Entendemos por elementos como los adornos, ficciones, figuraciones, imágenes, entre otros, que sirven para trastocar la realidad concreta. Los accesorios son consecuencia de una realidad alienada para satisfacer la necesidad de respuestas “creíbles”. De allí parte en uno de los ejemplos más evidentes, el oscurantismo o la ciencia de lo inexplicable. Tratar de explicar el mundo con bases que por sí mismas son inexplicables. De allí la importancia de los accesorios. Éstos dan las supuestas bases para explicar un determinado fenómeno. La realidad objetiva es pura e inviolable. Se encuentra allí, tras velos y velos de subjetivismo, pero está presente como base de la realidad. Los accesorios son los velos que ayudan al individuo a entenderla muy a su manera. Los accesorios, en otras palabras, ayudan a que se vea e

El origen del Mundo

Como multirealidad, se le denomina a la realidad llena de accesorios y que a la vez es tan diversa como concebida. La realidad que ha mutado por deseo de su espectador. Esto en el subjetivismo está visto con normalidad. Aquello de que la belleza está en el ojo del espectador. Entonces la belleza no es en sí la concreción de esta realidad, sino la apreciación que se tiene de ella. Esto teniendo en cuenta que la misma belleza es algo muy humano. Es una percepción del ser humano ante un estímulo que le hace sentir algún tipo de placer. Algo que después le denomina belleza y que asocia con alguna figura pasada que le producía la sensación que experimenta. Un placer visual en este caso. Entonces la belleza también pasa a ser un accesorio. (Entiéndase que por la complejidad del ser humano, necesita de estas ficciones para funcionar. Y que con ello tampoco digo que los accesorios son necesariamente malos, siempre y cuanto se sepa que son accesorios. Y que no se tomen como la realidad concreta

Volviendo al origen del mundo

Hay un momento en el que nos separamos de nosotros para volvernos alguien distinto. Nos detenemos a preguntarnos ¿quiénes somos?. Este ejercicio, es un válido ejemplo que cuando necesitamos respondernos algo, nos acurrucamos en nosotros. Volviendo al origen del mundo, de nuestro mundo, nos damos cuenta que el tiempo es una ficción inventada por nosotros para infundirnos miedo ante lo irremediable. Es una ficción que creemos necesitar. ¿Podríamos vivir sin tiempo? ¿Podríamos organizarnos sin el cronómetro sobre nuestras cabezas? ¿Podemos vivir sin preocuparnos de él? Las ficciones inventadas por el hombre nos ayudan a justificar nuestras necesidades básicas. Y que con ello “aparentemente” no resulten tan primitivas. ¿Es que el amor, no es simplemente una excusa para sentirnos bien o para conseguir otros resultados? Que obviamente no tienen algo de malo, que son simplemente necesidades primarias, como la reproducción, por ejemplo. El tiempo entra en esa disyuntiva. ¿Existe el tiempo más