Claro, nada es fácil en esta vida, menos cuando se trata de
valores humanos, tan flexibles como variados. Pero me gustaría hablar de la honestidad, aquella
dama extraña que todos le ponen cara de feo en el baile.
Pero creo que de los valores humanos más importantes es la
honestidad, la forma de ser directo y franco frente a la vida para evitar
contratiempos, malos entendidos y desilusiones. ¿Por qué es tan complicada la
honestidad? Porque en esta sociedad se cree que esta lastima, porque se cree
que dejar vivir bajo la mentira y el engaño a las personas nos hace buena
gente.
Pero no es así. La falta de honestidad lastima como una de
las peores dagas en el corazón, lo lacera y parte. La honestidad es la manera de
hablar de manera directa, sin ser hiriente. Se trata de externarse frente a
determinadas circunstancias. Entonces es bien difícil que las personas hablen
con franqueza de sus sentimientos, porque cree que los vuelve vulnerables.
Aunque realmente ese tipo de franquezas lo hace crecer a uno como persona.
Pero la honestidad con uno mismo es la más importante y es la
más complicada, cuando pensamos que es
la que lastima, pero no, la franqueza con uno, con su alma, con
sus ideales hace tomar rumbos correctos, que aunque sean dolorosos en muchos
momentos son necesarios.
Las causas de nuestras penas es la falta de franqueza con el
alma, con pensar situaciones que no existen, porque efectivamente la respuesta
a nuestros problemas siempre están en nuestro inconsciente. La poesía del alma,
la poesía que tanto devela de nosotros.
La sinceridad y la honestidad son los bastiones de las
relaciones humanas, cualquiera que estas sean, solo así se construyen
relaciones duraderas, con base a la honestidad y compromiso con uno, cuando
entendamos eso, empezaremos a sufrir menos.
Al final es lo menos que merecemos.
Ángel Elías
Comentarios