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Mostrando las entradas con la etiqueta Mi vidita te ando

Mi Vidita te ando III

Anatomía de la musa del olvido. Bailar entre tu amnesia, es humedecerse los pies en la mezcla perfecta de licor, la voz herida de Ray Tico y los dardos sonoros de los cláxones que atraviesan el cuerpo y la madrugada. Amores hechos burbujas sobre las copas que aprenden a danzar vacías, el hormigueo en los labios que deja la metáfora inacabada, la palabra interrumpida, el corazón, -erizo melancólico- que destila espuma a las 2 a.m. sobre el filo más triste de la barra. Permite que sujete mis párpados, que la mano respire, que despierte sus dedos. No busco a dios. Intento rumorar versos, o tu número telefónico que para ese instante ya es lo mismo. La soledad que alumbra este sacrificio, es color ámbar, como el olvido, huele a horas silábicas no descubiertas en el desvelo. Desvelo, gota blanca cae, un tajo sobre la voz, despiadada, insalvable. Me desdibuja el gesto sobre el papel, la mano tiritando en delirio hasta que esta soledad de versos se acabe. Se funden soles acristalados, el cor...

Mi vidita te ando II

Foto: La Soledad no es virgen Ella que hasta hace unas horas se sentía la más mimada entre las vírgenes…la más querida, la más sufrida, la más golpeadita por la vida –celestial-, pero golpeadita al fin, se levanta antes que el sol como a capricho, va arrastrando los pies, con un gong enloquecido dentro del pecho, marchando a ratos como una obertura a berrinche, con la corona enmarañada en la cabellera, tan caprichosa, sin cuidado alguno de estropear los redondos cachetes, las barrigas y risos de querubines obesos y dormilones que ronronean, y que más rabiosa que nunca, va aplastando a su paso, ajenos a este minuto, este minuto flotante entre la pavorosa eternidad, en que la doncella celestial soñó con poesía. Se planta frente al espejo, se desnuda, toma un pintalabios y lo desliza suave por su boca para despojarse de esa irritable sonrisa de orgullo y condescendencia. Llora, llora porque está sola, como otras veces, -pero esta es de verdad-, y rompe a llorar, sin glamur divino, con su ...

Mi vidita te ando I

Mi vidita te ando… Foto: 1980 con mi lengua de brújula, por las esquinas de las hojas, hojas blancas, hojas escritas, donde la tinta cicatriza en tímidos dibujos -la interamericana, la luna que jadea, la estación de bus, la frontera, la sonrisa de mi padre, los ojos de mi hermana, cuidáte mucho, lo que no cupo en las cajas y las maletas que duermen y callan-, haciéndome la que pinto. Te ando, y el parabrisas aparta restos de mariposas nocturnas, fríamente, rítmicamente junto al rezo hipnótico del chofer sobre la línea blanca de la autopista que ya no mira las mariposas porque ya no existen las mariposas. Te ando, así son los éxodos, así son… mi vidita. Pero cómo olés a pasado, a café frío, a ojo noctámbulo, a papeles quemados, a gemido lírico, a viento frío, a nostalgia encubierta. Te ando, susurrándote un dolorcito, sellándote con besos por los parques, entre hordas de envenados de fe aullando versículos. Te ando, entre aulas y pasillos aforando la cordura, amando sobre la tarde cua...