El escritor argentino Ernesto Sábato es seguramente una de
las plumas mejor pulidas de la literatura latinoamericana. Es conocido por
libros como La resistencia, Entre héroes y tumbas y El túnel, estos escritos con su
particular sentido de la elocuencia, la sobriedad y la certeza de un hombre que
pareciera que ha vivido siglos.
Sábato entrega un libro poco conocido, pero no por ello deja
de ser fundamental para entender ese gran universo de Sábato. España en los
diarios de mi vejez es un recorrido por el Sábato cotidiano, aquel que en los
años otoñales viajó a la península ibérica para reconocer los orígenes de
Latinoamérica.
El libro deja un excelente sabor de boca en cada página.
Sábato se encarga de llevar al lector de paseo por las románticas calles de
Madrid, a pasear en sus trenes, a conocer sus parques, a vivir con intensidad
sus museos. ¿Conocer Madrid? Nada mejor que de la mano de un Sábato que se
sentaba en cada esquina para ver pasar a la gente, escuchar conversar a los
comensales y dejar discurrir la tarde alrededor de una copa de vino.
Claro que Sábato tiene grandes impresiones de Madrid. Estos
son los apuntes de un viajero que no se cansa de dar detalles de sus viajes, de
sus impresiones y de lo que le provoca curiosidad. Como el bullicio de los
españoles en las tertulias, aquellas conversaciones que se escuchan hasta en
las calles y que le dan a esa ciudad un espíritu fiestero. Le dan envidia,
dicen en un par de líneas.
Sábato regala un paseo por Madrid. Para quienes conocen esa ciudad es un
recordatorio de los colores y luces de una urbe que parece que no descansa
nunca, que no deja de ser musical. Para quienes no la conocen, Sábato es aquel
personaje que se encandila por el paseo en el Museo del Prado, que lleva de la
mano por el parque de El Retiro y sus distintas plazas. ¿Conocer Madrid? Sábato
tiene esa habilidad de dibujar rutas, trazar sueños y guiar por Madrid.
Este libro son los recuerdos de Sábato, sus añoranzas que
escribe con un poco de nostalgia, amargura, sentimientos y lágrimas, pero no a
modo de lamento, Sábato es así, no puede evitar dejar un hermoso relato de sus días
en Madrid y nosotros no podemos evitar revivir un poco con ellos.
España en los diarios de mi vejez tienen tanto aroma a vino
madrileño que seguro a sus lectores embriaga.
El libro fue publicado en el 2004 y Sábato murió en el 2011.
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