Ir al contenido principal

El objetivo de la vida


Hace algunos días visité a una amiga cercana para platicar un rato. Con ella platicamos de todo y de nada la vez. Con el pasar del tiempo y mientras divagaba nuestra conversación me preguntó: ¿Cuál es el objetivo de la vida? Ciertamente esa pregunta me toma por sorpresa, teniendo en cuenta hablamos de su carrera como abogada. ¿Qué hacemos en esta vida? La complejidad de la pregunta, pretende ponerme en problemas, recurso utilizado muchas veces por ella para hacerme sentir vulnerable.

¿Qué hacemos en esta vida? A veces pareciera que nos comprometemos en un plan altamente elaborado para justificar nuestra existencia. Para unos, alcanzar a Dios, otros para descansar en el paraíso santificando la duración a una eternidad de placeres. ¿Qué hacemos en esta vida? En todo caso es tratar de decir y de amamantar la esperanza de un porvenir. Ese futuro sellado para nosotros. ¿En realidad, qué hacemos en esta vida? me preguntaba insistente.

La pregunta no es simple. Aunque en realidad la respuesta debería ser de lo más fácil y cualquier individuo en esta tierra debería tener la respuesta en la boca. Pero no es así. Preguntar ello no es tan sencillo. Pocos o nadie sabe qué hacemos aquí. ¿Un plan divino? ¿Un plan maestro? ¿Nada? Ciertamente esta última respuesta es la que más miedo provoca. El miedo a la nada. Y ¿si en realidad no hay plan? Si en realidad no tenemos un plan determinado para vivir. Si no tenemos objetivo en esta vida. ¿Qué tan malo puede ser?

Y no es que me asuste la responsabilidad de no ser nadie en la vida. Creo que en todo caso tenemos el miedo de ser alguien en la vida. Que seamos ese que no queremos ser. ¿Si no tenemos nada más que la existencia? Ella arquea las cejas al escuchar la respuesta. Y puede que sea cierto. Puede que el destino en nuestra vida sea más simple de lo que creemos. Y hemos sobredimensionado nuestra labor en este lado del universo. Para los griegos la vida se resumía a la búsqueda de los placeres para la felicidad. Pero, ¿Qué es la felicidad? Esa dama que huye cuando la queremos alcanzar. ¿Alguien es completamente feliz? Perseguimos la felicidad toda nuestra vida y nunca la alcanzamos. ¿Y si en realidad no la buscamos en el lado adecuado? ¿Si en realidad la felicidad nos persigue y nosotros buscamos su sombra sin dejar que nos alcance?

¿Cuál es el objetivo de la vida? Tal vez es más simple de lo que creemos. Tal vez no existe ese objetivo de la vida. Eso no implica que no podamos estar satisfechos. Pero al no tener que buscarla, podemos detenernos a oler las flores y así no desperdiciar así este paso por la vida, que tan corta nos queda.

El objetivo de la vida no es más que esto. Disfrutarla lentamente. Sin pies ni cabeza. Porque es acéfala, es simplemente la vida.

Ella me dijo que estaba loco.

Ángel Elías

Comentarios

Enrique Pazos dijo…
Buena reflexión.

¿Un plan divino? ¿Un plan maestro? ¿Nada? Ciertamente esta última respuesta es la que más miedo provoca.

Sin duda. Yo pienso que "nada" es la respuesta más acertada. Comparto tu conclusión.
Angel Elías dijo…
Gracias por la visita Enrique, de alguna manera las cosas suelen suceder de la nada y salen mejor.

La nada como ese complemento que no te desepciona jajaja

un abrazo
Angel, de loco nada. Recuerdo una anécdota donde a Pessoa le plantearon la misma pregunta y su círculo de amistades resumía que el objetivo de la vida era la búsqueda de la felicidad. El poeta dijo que eso era lo más soso que había escuchado que, al menos para él, estábamos en la vida para crear.

Un abrazo.
Angel Elías dijo…
Crear aunque sea desastres jajaja Gothe. que bien que regreses por aca espero visitas mas seguido.

El objetivo de la vida, preguntas, preguntas.

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...

El clasismo chapín

"Una familia" Fernando Botero (1989) Tocando el tema del clasismo en el país, me di cuenta, que tanto como el racismo, esta es una práctica bastante generalizada, pero extrañamente permitida; al supuesto que “como lo ven, lo tratan”. Y es que el clasismo en Guatemala se ve como algo mucho más normal de lo que debería ser. Si se tiene carro, si se tiene buena ropa y aunque pareciera trivial es mucho más común de lo que se piensa. Cuántos de nosotros nos hemos topado con personas que gustan de ver a las demás de abajo hacia arriba o preguntarles sobre sus triunfos académicos, ingresos económicos o simplemente dejarse llevar por la apariencia y calificar por lo poco que ve. Guatemala es clasista, se deja llevar por la ropa y la primera impresión; el pensamiento dominante priva de lo que realmente vale. La persona como tal, no por lo que viste o cómo habla. Pero es fácil dejarse engañar y asumir que no se es clasista cuando se practican, aparent...

Mario Payeras y su latitud de la flor y el granizo

La latitud de la flor y el granizo,  del escritor guatemalteco Mario Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1945-1995), es una joya literaria que invita a reflexionar sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta, el cambio climático. Este documento, que fue escrito en la década de 1980, hace un análisis sobre las consecuencias del impacto que el ser humano tiene en la Tierra. “Es urgente, en efecto, parar la obra de la sierra mecánica que en el silencio de la selva hace caer al cedro en flor”, explica el autor.   Con una prosa limpia y poética Payeras hace un llamado a cuidar la fauna y flora guatemalteca. Además explica  la influencia de la época industrial en la naturaleza. “Con la imaginación de poeta nos hace amar  Guatemala y con la rigurosidad de un científico explica todos los fenómenos sociales y naturales”, dice el prólogo.   El libro no solo es una llamada de alerta.  Sus páginas son un recorrido cultural y ecológico por el p...