Ir al contenido principal

Para mi amigo Otto




A petición de Otto escuchemos Frío de Jarabe de Palo 

Otto me llamó por teléfono anoche. Estaba desecho. Quien fue su novia agregó un detalle interesante a la trama. Aunque no quiso explicarme, dijo que estaba decepcionado, que lo último que tenía de ella fue hecho añicos en un par de palabras. Según parece, ella le dijo algo que todos sabíamos, no lo quiere ni un céntimo. 

Otto me causa nostalgia. En realidad, él lo único que él quería guardar de ella, según me contó, era un buen recuerdo. Una especie de caja cristalina donde almacenar lo hermoso que tenía de ella. Efectivamente hasta hace unos días, cuando se le preguntaba sobre ella, él se desenredaba en elogios y recuerdos gratos. No quise seguir indagando sobre el problema de ahora. Con verlo hecho añicos,  me imagine que lo sucedido fue un desastre. Otto, solo quería hablar y decir que la más grande frustración fue no poder defender lo último que le quedaba de ella, el recuerdo. ¿Y ahora qué?, le pregunto a mi amigo, pues nada, responde, solo espero, que ella sea feliz.

Las cosas suelen suceder de esa manera y creo comprender a mi amigo. Hoy Otto tiene  tristeza al ver sus recuerdos en un reguero de cristales en el suelo. A lo que le dije a modo tonto de consuelo, esta puede ser una oportunidad para empezar una vez más.

**************
En algún lugar de la ciudad, en un restaurante, en un punto inexacto del mundo. En ese sitio desconocido iluminado y aislado. Una mujer luce hermosa y ríe de manera exacta. Un hombre la observa y la invita a otra copa de vino. Ambos se toman de las manos, es su cumpleaños y llega un mariachi contratado para cantarle las mañanitas. La foto, el instante, la sonrisa, la felicidad. Un recuerdo atrapado en un segundo que lo recuperarán los nietos a miles de segundos de allí, en el futuro.

Otro hombre, el algún lugar de la ciudad se siente solo.


Ángel Elías

Comentarios

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l

Crónica de amores efímeros.

Un mes de montaña rusa. No apto para cardíacos. Mucho menos para mí, añejo corazón. Desde noviembre las cosas cambiaron. Un mes que se perfilaba como normal toma un giro inesperado con una invitación, insospechada. Que al final terminó siendo el zarpazo final. Aunque en eso de los enamoramientos las cosas son así, un zarpazo en el momento menos esperado. Y luego nada, así de simple es la vida, un tumulto de arbitrariedades en contra de un longevo corazón y después el silencio. Y no es que quisiera una fiesta, sino que simplemente no me esperaba un silencio así. Espectral y sonámbulo, como programado. Ahora ella parte, sin más ni más. Y no voy a hacer nada por evitarlo. Nunca haría algo así. Porque somos vidas completamente distintas, separadas. Y desde el principio de los tiempos fue así. Que por alguna extraña razón hayamos coincidido en un espacio idéntico, no significa que nos perteneciéramos. Aunque todavía me sonrío en nuestro primer encuentro, donde su tibieza me conmocionó. Tení

Peor que el Desfile…

el ensayo. Nos encontramos a las puertas de la sonada o en este caso asonante, celebración de independencia en Guatemala. Lo peor que se tiene antes de esta celebración del 15 de septiembre es el ensayo de sus desfiles. Realmente nunca estuve de acuerdo con ese tipo de celebraciones, comenzando por la absurda idea de hacer caminar a estudiantes de todas las edades, bajo el abrazante sol de septiembre, solo para que los adultos los vean. ¿Se ha visto acaso entretenimiento más absurdo? Por otro lado el sonido de los redoblantes y bombos es simplemente fastidioso. Y su ensayo en los colegios e institutos es peor. Cerca de la casa, los chicos se han tomado la molestia de ensayar tarde con tarde. Alterando los nervios y la tranquilidad del bosquecillo cercano. A la casa estos días ya no llegan aves al patio. Actitud que yo también tomaría si pudiera alejarme de tanta contaminación auditiva. Desafortunadamente el guatemalteco no puede dejar de relacionar las fiestas patrias con los militares