Foto: Prensa Libre.com
Aún quedan muchas dudas entorno a la educación en Guatemala.
Los normalistas estas últimas semanas dieron una muestra de la debilidad
institucional dentro de la enseñanza guatemalteca. El gobierno pretende agregar
dos años a la carrera magisterial argumentando que así mejorará la calidad
educativa. Aunque las intensiones pueden parecer buenas, no hay que dejarse
llevar por el primer bocado. Quedan muchas dudas sin disipar antes de
implementar tal norma. ¿En realidad mejorará la calidad educativa con más años?
Durante algunos años trabajé en la docencia y al ver el
estado, no solo curricular, sino de contenido en las materias, dan ganas de llorar. Creo el problema no radica
en los años, sino se encuentra en la falta de capacitación dentro de los
docentes guatemaltecos. Evidentemente quienes estudian magisterio deben salir
preparados, pero ¿los maestros de estos futuros docentes están preparados? Dentro
de la educación campea la mediocridad. La enseñanza es realmente mala, por lo
cual considero que las peticiones de los estudiantes son válidas. Calidad, no cantidad.
Y es que ampliar esa educación mediocre obtenida a cinco años no será de mucha
ayuda.
Sobre los bloqueos de los estudiantes al tráfico es muy
evidente que este pueblo no puede expresarse de otra forma, no han logrado
llamar la atención de otra manera. ¿Quiénes están involucrados en este
problema? Jóvenes con escasas posibilidades de sobresalir y que vienen de
familias pobres que la única forma que tienen de expresarse y de ser escuchados
es de manera violenta.
A la larga los problemas educativos de Guatemala no se
logran solucionar con parches cortoplacistas. Lo que de debería promover es el
pensamiento crítico, el ejemplo de diálogo, la formación humanística. Pero lo
que se pretende es formar robots acoplados al sistema, sin juicio alguno y que
repiten de manera sistemática patrones de conducta globalizantes.
¿Por qué a los jóvenes se les dificulta el diálogo y no
pueden armar un proyecto para satisfacer sus necesidades? Simple, por que el
sistema educativo nunca promovió eso dentro de sus escuelas. Evidentemente urge
ese cambio curricular, pero ¿esta propuesta es la mejor? ¿Se consiguen mejores
maestros implementando tecnología o concientizando sobre los problemas
sociales? ¿Más libros o más computadoras?
Dudo de la propuesta de la ministra Del Águila. Teniendo en
cuenta que vienen de la época de Aceña quien promovió un currículo nacional
base para el magisterio donde quitaron clases como literatura o historia de
Guatemala y colocaron clases como productividad y desarrollo. El actual currículo
adolece de sensibilidad frente a la realidad guatemalteca.
Las preguntas que quedan en el tintero. ¿Qué garantiza a los
maestros que recibirán un mejor salario luego de 5 años de estudio? ¿Los
maestros están capacitados para impartir clases en el nuevo milenio? ¿Los estudiantes
saldrán realmente capacitados para impartir clases de calidad en las clases del
futuro? ¿Hay maestros para las clases del presente o todos son maestros del
ayer?
Muchas incógnitas que se despejarán con el pasar de los
años, y si dentro de unos años tenemos niños que no pueden escribir sin faltas
de ortografía y tengan que usar el corrector del computador, ya sabremos dónde
fallamos.
Ángel Elías
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