Ir al contenido principal

Atitlán es el lago más bello del mundo, pero visto de lejos

Lago de Atitlán. 

En realidad, estas dos sentencias son un tanto exageradas, pero sí pueden ayudar a dimensionar un problema de ordenamiento en el municipio de Panajachel, en Sololá. Al igual que muchos de los municipios del occidente de Guatemala tiene un problema serio de planificación urbana, pasando desde el crecimiento sin control del comercio hasta el ordenamiento vial.

Este problema tiene varios protagonistas que seguramente se pasaran la pelota de la responsabilidad. Los comerciantes, los constructores, las autoridades municipales y hasta los mismos turistas.

En mi niñez, la visita a Panajachel era obligatoria porque un tío vivía en aquellas regiones. Aquel lago era un regocijo a la vista. Los patos se reflejaban en las aguas cristalinas y el recorrido por la playa pública era el paseo idóneo. Eran por lo menos 500 metros de playa que ahora no existe. Hace unos años el nivel del agua en aquel lago subió varios metros lo cual dejó prácticamente sin playa a muchas de las áreas. Ahora recorrer aquel sendero que dejaba ver un espectáculo maravilloso es solo una seguidilla de ventas y restaurantes. El paisaje, ya no existe. A menos que pueda pagar para entrar a alguna playa privada o un restaurante que está a la orilla del lago. ¿Desde cuándo tenemos que pagar por ver el lago de Atitlán desde la orilla? Desde que Panajachel creció sin control.

Aquella playa que daba a los hermosos volcanes ahora da a láminas, nailones y telas para cubrir ventas. Además de un escabroso camino sin terminar y gradas de todos tamaños y alturas, sin ningún tipo criterio de construcción. En el recorrido tampoco hay senderos señalizados o bancas para descansar, menos pensar en facilidades para personas en sillas de ruedas. Parece que el lago de Atitlán es un privilegio para pocos.

Puedo pensar que la emisión de permisos para hacer de la playa de Panajachel es exclusivamente de la municipalidad de aquel lugar y que en su ambición por obtener recursos ha abierto la posibilidad de hacer este tipo de barbaries. Ha permitido que el sitio se vuelva un lugar que no es agradable al turista.

El lago de Atitlán es bello, pero pareciera que de lejos porque desde cada uno de los miradores que lo acercan al sitio se ve un apacible lugar, que al llegar evidencia un caos y un desorden que espanta. Por lo menos, Panajachel que es uno de los sitios más buscados promocionados por el Instituto Guatemalteco de Turismo.


Claro, los invito a pasar a Panajachel y ver de primera mano, cómo una fila de láminas de zinc sobresale al espectáculo de ver el lago más bello del mundo. 

Ángel Elías

Comentarios

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...

El clasismo chapín

"Una familia" Fernando Botero (1989) Tocando el tema del clasismo en el país, me di cuenta, que tanto como el racismo, esta es una práctica bastante generalizada, pero extrañamente permitida; al supuesto que “como lo ven, lo tratan”. Y es que el clasismo en Guatemala se ve como algo mucho más normal de lo que debería ser. Si se tiene carro, si se tiene buena ropa y aunque pareciera trivial es mucho más común de lo que se piensa. Cuántos de nosotros nos hemos topado con personas que gustan de ver a las demás de abajo hacia arriba o preguntarles sobre sus triunfos académicos, ingresos económicos o simplemente dejarse llevar por la apariencia y calificar por lo poco que ve. Guatemala es clasista, se deja llevar por la ropa y la primera impresión; el pensamiento dominante priva de lo que realmente vale. La persona como tal, no por lo que viste o cómo habla. Pero es fácil dejarse engañar y asumir que no se es clasista cuando se practican, aparent...

Mario Payeras y su latitud de la flor y el granizo

La latitud de la flor y el granizo,  del escritor guatemalteco Mario Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1945-1995), es una joya literaria que invita a reflexionar sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta, el cambio climático. Este documento, que fue escrito en la década de 1980, hace un análisis sobre las consecuencias del impacto que el ser humano tiene en la Tierra. “Es urgente, en efecto, parar la obra de la sierra mecánica que en el silencio de la selva hace caer al cedro en flor”, explica el autor.   Con una prosa limpia y poética Payeras hace un llamado a cuidar la fauna y flora guatemalteca. Además explica  la influencia de la época industrial en la naturaleza. “Con la imaginación de poeta nos hace amar  Guatemala y con la rigurosidad de un científico explica todos los fenómenos sociales y naturales”, dice el prólogo.   El libro no solo es una llamada de alerta.  Sus páginas son un recorrido cultural y ecológico por el p...