Álvaro Arzú. (Foto La Hora) |
Lo cierra también para el presidente Jimmy Morales que se
queda sin uno de los bastiones más importantes de su administración. El único que
le decía qué debía hacer, aunque esto fuera algo totalmente arbitrario y descabellado.
El presidente se queda solo o por lo menos sin uno de sus aliados más visibles.
Arzú era para Morales la voz que le daba las pautas para la
estrategia que debía seguir y cuáles podían ser los vericuetos legales que
podía usar contra la Cicig. Jimmy escuchaba con atención aquellos consejos que
da la experiencia de estar incrustado en la administración pública de uno de
los países más corruptos de Latinoamérica.
El que fuera alcalde la de Ciudad de Guatemala murió en
campo de golf, jugando apartado de todo, en la burbuja que significa vivir en
otra Guatemala. Es el ejemplo que siguen muchos políticos actuales, que ven en
su actuar algo correcto. Arzú tomó decisiones que afectaron la economía y el
crecimiento de Guatemala. La privatización de los servicios públicos y los oscuros negocios gracias a los fideicomisos, además de las extrañas
circunstancias de la muerte Gerardi, lo hacen un político que aprovechó su
momento. Mismo que gracias a los capitalinos duró más de 20 años.
Y sí, en gran medida, la Guatemala que tenemos es por Arzú y
no, no es alentadora.
El gobierno central queda como un huérfano político y seguro
buscará otro padrino, escudriñará entre lo más profundo de las cloacas políticas
y seguro encontrará a alguien más, que se anime a malaconsejar a un presidente
que no tiene rumbo, que ven fantasmas y que siente las frías esposas de una
mañana en tribunales.
Morales es un ente peligroso con poder. Desorientado puede
cometer imprudencias que afectaría la institucionalidad de un país que se
mantiene en la incertidumbre. Arzú le recomendaba cosas, le soplaba al oído, como
un poder detrás del poder. Era la brújula de Morales. Ahora pierde gracias a lo
impredecible aquel que decía como caer en agujero más lento y con cautela.
Quien más sentirá la ausencia de Arzú será Morales,
principalmente previo a la elección de Fiscal General y luego contra los
embates y las negociaciones que tendrá que hacer frente a un Congreso que quedará
fragmentado y pensando en salvase a sí mismos, antes de hacerlo con el presidente.
¿Pueden entregar a Morales? Así como sucedió con Pérez Molina, es probable que
lo hagan. Una noche declararán con vía libre a algún antejuicio y veremos a
Morales reaccionar. Aunque nadie sabe exactamente cómo lo hará.
Arzú cierra una página en historia de Guatemala. El alcalde
que se tomaba fotografías frente a una réplica de Pedro de Alvarado, uno de los
mayores genocidas de la historia de estas regiones. Y se sentía orgulloso de
esas imágenes. El mismo que se imaginó un intento de magnicidio y su seguridad
mató a un lechero. El mismo que vendió los servicios públicos y que no aclaró
cuál fue la participación de su Estado Mayor Presidencial en el asesinato de Monseñor
Gerardi.
Muchos capitalinos consideran que Arzú fue un buen alcalde.
Yo considero que es complicado reflexionar sobre el tema mientras la cultura colonialista
en donde el encomendero es el mandamás no se supere.
Ángel Elías
Comentarios
Otorgó beneficios a medios de comunicación principalmente televisivos y eso nunca debió pasar.
Saludos amigo, gusto saber de vos.