Ir al contenido principal

Textos Zip XXXV



Foto: fotolog.com

En la calle solo hay algunas personas caminando por las aceras y otras fugazmente se atraviesan por las esquinas. Como escondiéndose de la vida. El semáforo de rojo se pasa al verde, como un extraño juego en donde nadie quiere jugar con él. Todo en domingo es raro, como sacado de una película que corre despacio. La tarde se diluye lentamente por los ventanales del trabajo, como absorbido por el negro de la noche que amenaza con venir. Entonces en el reflejo de la ventana pasa uno que otro auto. Bocina con prudencia en la esquina, para no atrapar algún distraído. Las cosas que uno ve desde la ventana de este segundo nivel, dos adolescentes agarrados de la mano sonriendo y compartiendo un  helado, un parroquiano protegiéndose del viento, y tomando valor para cruzar la calle, ¿a qué le temerá si no hay autos?  ¿Los ladrones? Ellos están en algún lugar del mundo, menos en esta calle, en esta instante. Puede que sea el lugar más seguro del planeta.


******

¿Acaso supimos cuándo volveríamos a ser los mismos? Parece que nunca, parece que no podemos por un momento prolongado amarnos, ni sentir tu cabellera en mi pecho, otra vez. Solo tus reproches silenciosos y las irremediables ganas de hacerte la dormida en la vida. Entonces, ¿Somos los mismos que nos robamos besos en la noche?, no lo creo, porque estamos condenamos a la vida eterna del desengaño y las hipótesis. Entonces aquella canción que bailamos en el parque es solo una melodía que nunca supimos el nombre, que no sabíamos cómo se bailaba. Algo nos pasó, algo no suena bien en este blues.


******

Unas líneas son suficientes para destilar. Unas letras para sangrar un poco.


******

Aquella noche gritó su nombre en las playas de una ciudad caribeña. Y el mar respondía con un murmullo inentendible, como sabiendo lo ridículo que se veía.


Ángel Elías

Comentarios

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l

Crónica de amores efímeros.

Un mes de montaña rusa. No apto para cardíacos. Mucho menos para mí, añejo corazón. Desde noviembre las cosas cambiaron. Un mes que se perfilaba como normal toma un giro inesperado con una invitación, insospechada. Que al final terminó siendo el zarpazo final. Aunque en eso de los enamoramientos las cosas son así, un zarpazo en el momento menos esperado. Y luego nada, así de simple es la vida, un tumulto de arbitrariedades en contra de un longevo corazón y después el silencio. Y no es que quisiera una fiesta, sino que simplemente no me esperaba un silencio así. Espectral y sonámbulo, como programado. Ahora ella parte, sin más ni más. Y no voy a hacer nada por evitarlo. Nunca haría algo así. Porque somos vidas completamente distintas, separadas. Y desde el principio de los tiempos fue así. Que por alguna extraña razón hayamos coincidido en un espacio idéntico, no significa que nos perteneciéramos. Aunque todavía me sonrío en nuestro primer encuentro, donde su tibieza me conmocionó. Tení

Peor que el Desfile…

el ensayo. Nos encontramos a las puertas de la sonada o en este caso asonante, celebración de independencia en Guatemala. Lo peor que se tiene antes de esta celebración del 15 de septiembre es el ensayo de sus desfiles. Realmente nunca estuve de acuerdo con ese tipo de celebraciones, comenzando por la absurda idea de hacer caminar a estudiantes de todas las edades, bajo el abrazante sol de septiembre, solo para que los adultos los vean. ¿Se ha visto acaso entretenimiento más absurdo? Por otro lado el sonido de los redoblantes y bombos es simplemente fastidioso. Y su ensayo en los colegios e institutos es peor. Cerca de la casa, los chicos se han tomado la molestia de ensayar tarde con tarde. Alterando los nervios y la tranquilidad del bosquecillo cercano. A la casa estos días ya no llegan aves al patio. Actitud que yo también tomaría si pudiera alejarme de tanta contaminación auditiva. Desafortunadamente el guatemalteco no puede dejar de relacionar las fiestas patrias con los militares