La carretera serpentea todos los días la montaña y yo extraño
pararme junto a la carretera a ver pasar los autos. Porque la vida es así de
sencilla, un par de sonrisas y atardeceres deben ser suficientes para conocer
el verdadero sentido de la vida, a veces
es mejor sentarse a pensar que la vida sería mejor con un elote cocido en medio
de la milpa o cerrando la llave de la casa a las 5 de la tarde, pero no siempre
sucede. Ni siquiera en los más nobles sueños estamos conformes. La vida puede
ser mejor.
Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...
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