Para comenzar, la primera mención del juego de pelota que hizo
el Popol Wuj fue cuando los hermanos Jun Juanajpu y Wuqub Junajpu fueron
llamados por los señores de Xib'alb'a para enfrentarlos. Esto porque, durante
sus juegos hacían mucho ruido.
Los señores Jun Kame y Wuqub Kame no gustaban de que los
hermanos saltaran y rebotaran a la pelota sobre sus casas, ya que los primeros
vivían en el inframundo, conocido como Xib'alb'a. Les era molesto y con sus
mensajeros fueron llamados para enfrentarlos.
Este primer encuentro se realizó en un lugar llamado Nim Xob
Karchaj, que se puede traducir libremente como El gran Karchaj. De allí que
algunas personas lo relacionen con el actual San Pedro Carchá. En otra traducción
se dice que habla de una hondonada.
Si se piensa bien, el juego de pelota siempre simula estar
en una hondonada. Pretende siempre esta a desnivel para imitar el descenso de
los jugadores a Xib'alb'a. Para interpretaciones, los colores. A lo mejor el texto
menciona una característica y no un lugar.
A los señores de Xib'alb'a les disgustaba el ruido del rebote
de la pelota y si lo pensamos bien, podrían haber tenido razón. ¿A quien le
gusta que le golpeen el techo cuando se tienen vecinos? No les doy la razón,
pero sí entiendo qué sucedió.
En Yucatán, al juego de pelota, se le conoce como Pok’ah’Tok.
Eso puede explicarse por el sonido que produce la pelota al rebotar “pok” y “tok”.
Dentro de las cuevas, el sonido del agua caer del techo produce ese mismo
sonido.
El encuentro entre los Señores de Xib'alb'a y los hermanos Jun
Juanajpu y Wuqub Junajpu terminó en la victoria de los primeros. Los hermanos
fueron enterrados y sus restos florecieron en árbol de morro y jícara. Por eso
las jícaras tienen forma de cráneos.
Entonces amarramos allí un simbolismo. ¿Por qué el atol (que
su base es el maíz) se bebe en jícaras? Simple, porque simbólicamente se toma
del cráneo de Jun Juanajpu (Dios del maíz)
Seguimos con el juego de pelota. La revancha estuvo a cargo
de los hijos de Jun Juanajpu y Wuqub Junajpu, Jun Juanajpu y Xbalamke. Quienes
tenía poderes mágicos y su abuela los mandó a sembrar maíz, pero su destino era
otro.
Ahora bien, en el tema del destino. El relato cuenta que
hasta que los hermanos gemelos no encontraron su destino, negado por su abuela,
ellos no estuvieron tranquilo y lo salieron a buscar.
Su destino era, al igual que sus padres ser jugadores de
pelota. Gracias a un trato al que llegan con el ratón, a quien benefician con
vivir entre los seres humanos por su servicio, descubren sus implementos de
juego.
Al volver a jugar, los Señores de Xib'alb'a escuchan nuevamente
la molestia. Y deciden citarlos, sin saber que eran los hijos de aquellos
jugadores que tenían en el árbol de jícara.
Los hermanos se enfrentan en cada prueba a los Señores del
inframundo y en cada una los derrotan. Hasta llegar al juego de pelota.
En una de las pruebas, Junajpu es decapitado por Kamasotz',
el murciélago. Y su hermano preocupado mandó a pedir la comida a los animales,
el pizote llevó un chilacayote.
Con ese fruto hizo la cabeza de su hermano y se la colocó.
La verdadera cabeza estaba en el marcador del juego de pelota. Ahora muchos
juegos tienen esculpido un rostro en el marcador.
Jugaron en contra de los Señores de Xib'alb'a y Xbalamke
recuperó la cabeza de Junajpu para volverse a colocar. En su lugar dentro del
juego dejó el chilacayote.
Los Señores de Xib'alb'a fueron vencidos por los hermanos
gemelos en su propio juego de pelota. En la actualidad, en los sitios
arqueológicos del posclásico, los juegos de pelota siempre tienen gradas.
Esto es para recordar el necesario descenso a las
profundidades del inframundo de aquellos primeros jugadores, que nos menciona
el Popol Wuj.
Por: Ángel Elías
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