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Hacer patria


A propósito de septiembre, mes de la patria, mes idóneo para sacar el pecho, inflar pulmones y gritar ¡Viva la independencia¡ Este mes es fantástico ya que el patriotismo insufla valor para sentirnos guatemaltecos. Queremos hacer patria con banderitas en los autos, Atitlán en el fondo de pantalla del computador.  Pasa el tiempo y los días en el calendario marcan que el quince de septiembre somos más guatemaltecos que el atol de elote. Que somos más chapines que la marimba, esa que no es hija de Lempira ni novia de Yucatán. El azul y el blanco del fervor patrio se derrama con antorchas y caminatas cívicas para celebrar ni más ni memos que la independencia de un país, que durante todo ese mes es el mejor del mundo: Guatemala. En realidad, los guatemaltecos dentro de su algarabía tienden a exagerar sus expresiones. Las antorchas de una libertad que es casi inexistente. Somos libres para elegir nuestros gobernantes, pero según parece los elegimos tan mal que parece que fueran impuestos los menos idóneos. Aunque para ser sincero, las antorchas es lo mejor del festejo, es preferible que anden corriendo que asaltando o matando gente.

A los estudiantes que les imparto historia de Guatemala, al momento de pasar por los linderos de la independencia de nuestro país, y explicarles que eso a lo que llamamos emancipación no fue mas que tratos entre criollos de ese tiempo, no pueden creerlo. Y es que el sistema educativo en Guatemala no hace más que replicar el pensamiento colonialista. En otras palabras, Guatemala ha sido engañada en su historia. Ciertamente los estudiantes tienen razón de la extrañeza, han sido educados de una manera que no entendían pero daban por sentada. Entonces conocían a una Guatemala histórica discordante con la realidad. Luego se les explica aquella realidad histórica y entonces el presente toma otra arista. Las cosas empiezan a tener sentido. Aparentemente, ¿Racismo acá? ¿Criollismo? ¿Intereses mezquinos por el poder? ¿Guerra en Guatemala? No, eso nunca pasó. Y el conflicto comienza. Los buenos ya no son tan buenos y los olvidados comienzan a aparecer. Los próceres ya no son las personas nobles que lucharon por la libertad un día, sin derramar sangre alguna. Como diría Monteforte Toledo, es cierto, pero lo que no nos dicen es que los chorros de sangre vinieron después. 

Entonces… preguntan los estudiantes. ¿Usted que hace por hacer patria además de quejarse? ¿Y es que hay que hacer algo? Respondo. Y en realidad sus preguntas tienen validez. Quejarse, en efecto no es hacer patria. (Como si quisiera hacerla) Sin embargo desconocer porque hacen o celebran, tampoco "es hacer patria".
Para comenzar a cambiar este país primero hay que saber qué está sucediendo. Algo que no se logra pensando que la libertad nos llega en 1821 o que Tekum mató el caballo de Pedro de Alvarado.

Este país necesita despertar de ese adormilamiento mental. Necesita cuestionarse. Necesita preguntar y ser resuelto de la mejor manera. No por intereses revanchistas. Guatemala en el mes de la independencia, algo por demás contradictorio para el ser humano ya que su naturaleza social lo hace dependiente, necesita verse por fin con ojos críticos y construir la verdadera conciencia de país. Caso contrario seguiremos con la misma cantaleta todos los años y que si seguimos de por ese camino estamos condenados a correr la antorcha hacia ningún lado.

Ángel Elías

Comentarios

Koan Resuelto dijo…
Lo mejor de tu post me parece que es la pregunta que hacen los estudiantes. Creo que deberíamos hacernosla cada uno de nosotros al iniciar nuestra jornada, ya sea cultivando la tierra o cultivando la mente de las jovenes generaciones...
Angel Elías dijo…
Koan:
Realmente quejarse es un sintoma más que un defecto. te quejas cuando algo te duele... cuando sientes, despues haces algo por solucionar las cosas.

Yo lo que hago es preguntarme todos los días, cómo hago que ellos, mis estudiantes, sientan y después de tantos años de silencio, por fín, existan...
Engler dijo…
Hay dicotomías que pareciera que van de la mano. Así nos lo enseñan bueno-malo, blanco-negro, etc. "Hacer patria" pareciera ser la antítesis de "quejarse". Es imposible proseguir con una discusión sea cual sea si esta se apoya en sus aparentes contradicciones. Primero hay que tener claros los conceptos entender qué significan y qué no significan. Y luego discutirlos, tener la sagacidad de cuestionarse lo establecido.

A mi este asunto de la patria se me hace algo demasiado absurdo, es un teatro malo e hilarante. Triste también y no porque la celebren sino porque ni siquiera tenemos claros los conceptos de por qué hacerlo, independientemente de si estén o no equivocados. Es la "guanacada" que le dicen. Así somos en este país. Septiembre, mes de la patria, entonces nos ponemos la playera "azul y blanco" tanto como ponerse bufandas en diciembre o la playera negra para un concierto de rock o una de España en el recíén pasado mundial. Así de sin sentido. Así de absurdo. No digo que no nos pongamos las camisetas que queramos, pero entendamos por qué y no solo porque es lo que toca, lo que está de moda, lo que nos venden la publicidad.

Yo estoy convencido de lo imposible de "hacer patria" a manera individual. Es casi un oxímoron completamente inválido. "Hacer patria" implica un mínimo de entendimientos a nivel comunitario, social, a nivel país. Y así en este estado de cosas, por donde debemos empezar a hacerla es buscando esos entendimientos mínimos.
Angel Elías dijo…
Engler... mas claro no canta un gallo. En efecto el hacer patria es imposible y quejarse puede a veces que tampoco sea posible.

Tenes la letra llena de razon, A mí me da salpullido las frases patrioteras y cansadas... la cursileria nacional

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