Ir al contenido principal

Víctor Muñoz es el nuevo Premio Nacional de Literatura 2013


Foto Prensa Libre.com

Le entregarán el Premio Nacional de Literatura a Víctor Muñoz por su carrera literaria, creo es un merecido premio. A Víctor lo conocí hace como 10 años, pero sus libros llegaron antes a mí, y mucho antes, unos relatos de la revista Magna Terra. En ese entonces yo trabajaba en radio y me dediqué a seguirle la huella, creo que fue en una lectura de poesía y relatos donde me le acerqué. Con la cordialidad que le caracteriza aceptó mi invitación a una entrevista. Desde allí partimos con una gran amistad. Cada vez que lo veo le reclamo el no tener una copia de su célebre novela, Sara sonríe de último.

La literatura de Muñoz navega entre lo urbano y cotidianos, sus personajes son más sencillos que héroes, no contienen una pizca de querer ser los grandes  comandantes de la historia. Pero eso no le resta calidad narrativa. Es claro que Muñoz con mucha técnica dibuja en cada uno de sus relatos grandes historias que parten de aparentes pequeños personajes.

Hablar de Muñoz inevitablemente nos lleva a su obra. Una de esas letras que con las manos acompaña al lector a los laberintos de los problemas comunes, el pago del agua o el alquiler o simplemente eso que causa insomnio hasta los más mortales.

Las preocupaciones de los personajes de Muñoz son nuestras preocupaciones, son tan comunes que vemos caminar gente Muñonezcas en todos lados. 

Su obra se divide en cuento y novela y algún poema. Las narraciones cortas, sus cuentos son un deleite. Se encuentra una clara partición entre su libro Posdata, ya no regreso, es como su división. Antes y después de este. Antes son seres festivos, graciosos, hasta grandes amigos. Luego son personas sombrías, apegadas al pesimismo y desidia. Pero, no hay que equivocarse, eso no los vuelve malos, ni los personajes, ni los relatos.

Ambos tienen una calidad y simplicidad admirable. Tienen un aire de nostalgia añeja, de años de trabajo literario y lecturas obligadas, pero placenteras. Son como una madurez en el escritor.

Entre el trabajo de Muñoz recomiendo sus novelas: Sara sonríe de último, Todos queremos de todo, La noche del 9 de febrero. Entre sus cuentos Posdata, ya no regreso, evidentemente existen más libros de Muñoz, el gran problema es conseguirlos ya que son ediciones agotadas.

Sin embargo, el esfuerzo de buscar cada una de sus publicaciones es un esfuerzo que realmente vale la pena y hacerlo.

Víctor Muñoz se hizo acreedor al Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, galardón que creo, llega en un justo momento.

Ángel Elías


Comentarios

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l

Crónica de amores efímeros.

Un mes de montaña rusa. No apto para cardíacos. Mucho menos para mí, añejo corazón. Desde noviembre las cosas cambiaron. Un mes que se perfilaba como normal toma un giro inesperado con una invitación, insospechada. Que al final terminó siendo el zarpazo final. Aunque en eso de los enamoramientos las cosas son así, un zarpazo en el momento menos esperado. Y luego nada, así de simple es la vida, un tumulto de arbitrariedades en contra de un longevo corazón y después el silencio. Y no es que quisiera una fiesta, sino que simplemente no me esperaba un silencio así. Espectral y sonámbulo, como programado. Ahora ella parte, sin más ni más. Y no voy a hacer nada por evitarlo. Nunca haría algo así. Porque somos vidas completamente distintas, separadas. Y desde el principio de los tiempos fue así. Que por alguna extraña razón hayamos coincidido en un espacio idéntico, no significa que nos perteneciéramos. Aunque todavía me sonrío en nuestro primer encuentro, donde su tibieza me conmocionó. Tení

Peor que el Desfile…

el ensayo. Nos encontramos a las puertas de la sonada o en este caso asonante, celebración de independencia en Guatemala. Lo peor que se tiene antes de esta celebración del 15 de septiembre es el ensayo de sus desfiles. Realmente nunca estuve de acuerdo con ese tipo de celebraciones, comenzando por la absurda idea de hacer caminar a estudiantes de todas las edades, bajo el abrazante sol de septiembre, solo para que los adultos los vean. ¿Se ha visto acaso entretenimiento más absurdo? Por otro lado el sonido de los redoblantes y bombos es simplemente fastidioso. Y su ensayo en los colegios e institutos es peor. Cerca de la casa, los chicos se han tomado la molestia de ensayar tarde con tarde. Alterando los nervios y la tranquilidad del bosquecillo cercano. A la casa estos días ya no llegan aves al patio. Actitud que yo también tomaría si pudiera alejarme de tanta contaminación auditiva. Desafortunadamente el guatemalteco no puede dejar de relacionar las fiestas patrias con los militares