
Esta atinada estrategia de mercado cautivo por muchos años al cliente guatemalteco. Hasta ya la habían bautizado como la primera tradición navideña del año. Ni siquiera las nobles posadas habían sido bautizadas de tal manera. Y el gordo de Santa Claus se daba el lujo de bailar Regeeton. Hubiese visto festividad más mediática.
Para este año esta cadena de supermercados, la mayor y sus hermanas cenicientas, han dispuesto no salir a venderse a la calle. Ahora saldrán en televisión, en un nuevo experimento, que aún no termino de comprender. Más allá de que llegarán a más personas. Pero, ¿Realmente les servirá? ¿Un público acostumbrado a hacer relajo en la calle con el desfile, preferirá sentarse dos horas a ver un programa? ¿Qué contendrá el programa? Incógnitas que serán develadas en su momento. Aunque para ser sincero, considero más justo que el cambio se haya dado. Por lo menos oxigenará el ambiente.
Otra mediática tradición es el árbol cervecero. Véase más ridiculez. De alguna manera hemos adaptado y simplificado nuestra tradición navideña a una tontería anual. Aunque no es del todo la más grande. A mediados de los cincuenta, un anuncio televisado, de esta misma cerveza, la mencionaba como una bebida vitamínica. ¿Se han dado cuenta que en la actualidad, los comerciales, no tiene personas bebiendo explícitamente? Pues antes, lo hacían sin decoro. Las marcas comerciales se han aprovechado de cada tradición guatemalteca y las han hecho suyas. Nadie se imagina la navidad sin el árbol cervecero. Pero el tope de la estupidez es colocar su logotipo, ave de corral, en la cima del mismo. Cuando en las tradiciones guatemaltecas ese lugar es ocupado por la estrella de Belén. Pero a estas alturas ya nadie se da cuenta.
El proceso de aculturización es evidente. Se suplantan viejas tradiciones por otras completamente distintas. En teoría, mejor adaptadas. Esto sucedió a principios del siglo pasado con Santa Claus. Quine en sus inicios no tenía un color definido. Pero predominaba el verde. Una marca de gaseosas le pinto con los suyos. Ahora nadie lo reconoce de otro color que no sea el rojo.
Muy pronto se olvidará cuál es el significado de la natividad. Y será simplemente para consumir y dejarnos llevar por lo que la caja boba dicte.
Ángel Elías
Comentarios
blancalvarezc@hotmail.com
saluditos mi amigo
Blanca
Lo del desfile mejor, mi esposa trabajó para esa cadena y ahí nos veías todos los años haciendo fila para verlo.
saludos pirata