
No me pude aguatar la tentación. Dije que no escribiría del futbol, pero me he dado cuenta que no pude. El dios balón fue por unas semanas el único valor existente. Todos hablan de lo mismo. Como quedó el ultimo partido, que perdió Argentina, que se quedó Brasil, que el pulpo es el oráculo de la nueva era. Somos esa sociedad que necesitamos de ese circo mediático constante. No me opongo la mundial, todos necesitamos un escape para nuestras angustias. Algunos escribimos, otros ven futbol. Una gran algarabía de colores inundaban todos los espacios. La ciudad se silenciaba con los gritos de gol, se estacionaba por los partidos de futbol.
Yo tengo mi pasado futbolero. De pequeño sufrí con la eliminación de Bélgica en el mundial de 1994. Tendría 10 años para ese acontecimiento. Con el pasar de los años, me fui desencantando, ya entrando los albures del nuevo milenio me pasó algo interesante. Viendo por la tv un partido de fut, me quedé profundamente dormido. Desde ese entonces, ya casi 10 años no he podido ver un encuentro apasionante sin quedarme dormido.
Para este mundial no vi ningún partido, todos me preguntaban a qué equipo le iba y siempre decía uno distinto. Eso para no parecer un desadaptado. Con el pasar de los días la curiosidad me invadió por ver el último encuentro, la final.
Comencé a verlo ese domingo y a los minutos estaba bostezando. Cambié de canal para no quedarme en los brazos de Morfeo y encontré una interesante película brasileña en otro canal, me quedé prendido de la historia. Regresé al minuto 85 del encuentro el marcador era el mismo. Ceo a cero. No me perdí de nada, pensé. Unos minutos después ya estaba dormido y al despertar fue el gol del desempate. Todo acabó allí. Mi mundial no fue más allá de un par de pases entre pestañazos. Además de comentarios fingidos de lo genial del futbol.
Sin embargo, parece que todo se paraliza alrededor de un balón, claro los amos de la mercadotecnia conocen sobre todo este fenómeno. Y saben también que un deporte tan gustado no es más que las aspiraciones de un país sin sueños. Guatemala según lo demostrado no llegará a un mundial, pero de todos modos lo vive, como quien goza de los manjares ajenos sin probarlos. Creo que si Guatemala llegara a un mundial de futbol, uno que otro chapín moriría de un ataque al corazón o algo por el estilo. Por salud general entonces hay algo que lo evita.
El mundo es redondo y es como una gran pelota de fut, me dijo un amigo. Creo que ha de tener algo de razón. Por ello es una pasión, que poco entiendo.
Ángel Elías
Comentarios
Pero como Guate no va a llegar a un mundial, no habrán muertos, por la ley de la gravedad claro y tampoco lloraré por un partido de futbol, aunque me guste, el fútbol, el fútbol...
Si guate llega al mundial, podemos decir que ya lo vimos todo en este pais
jajaja