El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad.
Charles Dickens
i can't forget when two hearts met
breathlessly
your arms opened wide
and closed me in inside
you took my lips you took my love
so tenderly
“Tenderly”
Billie Holiday
Para A/M
“uno no sabe que la vida puede cambiar en una tarde, puede ser esta o cualquiera, pero unos segundos bastan. Para ese día A.M, apareció como fugada de un sueño. ¿Todas las mujeres bellas se fugan de sueños? ¿Todas esas fugas te trastocan la vida? Para mí, ese fue el principio del sueño, del delirio y la belleza. Una sonrisa y un mal chiste después, yo estaba pensando en volverla a ver. ¿Dónde la conocí? Entre libros y lecturas. ¿Dónde más se conocen mujeres bellas e inteligentes? Aunque parezca aburrido, no lo es. Son lugares ideales para iniciar romances. Y este mi romance así inició. Aunque para ser sincero, esa facilidad que tuvo para regalar sonrisas y rosas fue lo más cautivante. A.M, es una chica, como no hay otra, con una ternura que se derrama sobre nubes, te hace sentir cosquillas en el estómago y te hace ver el mundo de colores pastel. Ciertamente no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, pero no cuesta nada hallarse en ese estado permanente de placidez. Es como un sueño. Hay algo en ella que hace que las cosas más triviales parezcan importantes y tiene la maravillosa facilidad de transformar la tristeza en encanto. Toma tu corazón y lo vuelve un cúmulo de nobles intensiones y deseos de vivir. Toma tus sonrisas y las hace permanentes. Toma tu vida y te la hace vivible. Y eso ya es hacer mucho por mí. Al pasar de los meses uno se da cuenta que este tipo de mujeres, escasas y extrañas, te absorben y te hacen girar en un universo paralelo donde todo lo imposible es una amalgama de infinitas posibilidades. Claro, con el pasar de los meses, concretas esa vida que creíste imposible. Y luego, te vuelves un cursi, con algunas cosas, como la vez que me quedé impresionado por la profundidad de sus ojos o la fragancia de su cabello o la increíble capacidad de atravesarse en mi camino, esas cosas me hacen ser por momento feliz y sonreír ingenuamente, como recuperando la capacidad de maravillarse de todo. Los meses transcurren y uno termina por entender, que la profundidad de su corazón tiene ilimitadas posibilidades, algunas incomprensibles, otras muy evidentes. Y eso es lo apasionante del juego, en el que somos la paciencia y el desespero. ¿Si vale la pena? Claro, cada una de estas letras y los recuerdos valen su recorrido en oro, diamantes, esmeraldas y chocolates de chispitas. Valen tanto como marshmelows con sabor a fresa. Después de casi dos años de ese primer cruce de miradas, en una tarde de sábado, frente a un libro, un tigre, una casa, una calle llena de árboles, una adivinanza tonta, todo vale la pena. A casi dos años, de ese momento tan frágil en el destino, movido por fuerzas universales desconocidas y muy fuertes, creo que vale la pena. Porque no cambiaría ninguna pieza en ese tablero llamado destino por mejorar o empeorar las cosas. Porque el amor profesado fue universalmente verdadero y muy sólido. Porque a casi dos años de conocer la habilidad de hacer reír el mundo, de rozar los dedos del universo, de caminar y esperar la lluvia de sonidos y gestos, de saber que la vida puede tener ese color rosa hermoso, que solo ella le puede poner, entendemos que cada lágrima, cada silencio, cada suspiro robado, cada pregunta sin responder realmente ha valido la pena. En estas fechas, cuando las rosas en los libros, los viajes a ciudades perdidas, los videos secretos, besos no cumplidos, abrazos fraccionados, deseos a plazos y recuerdos en poemas compartidos, una paz invade lentamente nuestra ausencia. Y claro, A.M está ausente. Ese motor de vida, que tanto me ha hecho caminar en la vida, no es más que ese dulce, tierno y profundo recuerdo desde hace tiempo. En estas fechas, no me siento triste, porque toda la vida que ella dejó de este lado del universo me alcanza para muchas navidades, años nuevos y cumpleaños, como ese gran regalo que nunca supo que dejó, como ese suéter olvidado en la banca de la iglesia. Y me llena la casa de suspiros, donde soy dueño de ese silencio consensuado. A.M, tiene ese gran destino, aparte de mí, pero a pesar de eso, de que sabemos que el destino es retorcido siento una gran felicidad por ella. Siento, que una parte de mí se ha quedado en su memoria y una gran parte de ella es parte de mi poesía. A todo ello, amigos, confidentes y lectores, a forma de agradecimiento, en esta noche/buena, este pre-texto es para ella…”
Ángel Elías
Comentarios
un gran año pra ti, también