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El agua debajo del cerro


Públicado Revista D
Prensa Libre
Abril 2011

Junto a uno de los ríos más caudalosos del sureste México, el Grijalba, se encuentra una ciudad histórica por excelencia, Chiapa de Corzo.  Esta localidad se sitúa a 14 km de Tuxtla Gutiérrez en el estado mexicano de Chiapas, fronterizo con Guatemala. Esta villa colonial tiene un trazo renacentista muy característico del siglo XVI, lo que hace que el visitante retroceda en el tiempo.  Llegar a Chiapa de Corzo es encontrarse con lugares históricos y naturales gracias a sus iglesias y parques que la hacen un punto cultural importante. Allí  se localiza una de las maravillas naturales más impresionantes de México, el Cañon del Sumidero. Éste es una depresión de más de 30 km. el cual se formó hace millones de años

Historia Chiapacorceña
La heroica ciudad  de Chiapa de Corzo fue fundada en 1528, antes de la llegada de los españoles fue habitada por la etnia Soctona, llamados popularmente como los Chiapas. Ellos tienen una historia especial. A la invasión  por España, fueron los Chiapas quienes más resistieron los embates de los conquistadores. Cuando estuvieron a punto de ser derrotados, escaparon a la parte alta del Cañon del Sumidero, en un lugar que ahora se le conoce como el mirador de los Chiapas, de donde todos se lanzaron a su muerte. Fue una caída de casi mil metros hasta las profundidades del río Grijalba, donde ahora descansa su historia. Allí murieron hombres, mujeres y niños. Los pobladores cuenta que los Chiapas prefirieron la muerte antes de sentirse esclavizados. La historia recrea la creencia que en la Pochota (ceiba) de la plaza central habita el alma de uno de sus líderes.

Un milenario Cañón
Viajar por el legendario Cañón del Sumidero puede volverse un espectáculo impresionante una vez se empieza a navegar por él. En el embarcadero situado a pocos metros de la plaza central se pueden encontrar barcas, las cuales llevan a contracorriente por el río Grijalva el cual es rodeado por paredes de piedra de varios cientos de metros. El recorrido se hace en dos horas, las cuales son imperceptibles ante la majestuosidad del Grijalba. Durante el viaje se puede apreciar la fauna de este lugar, lagartos, monos arañas y animales propios del lugar. El paso por el Árbol de Navidad es un sitio obligatorio, esta es una formación rocosa que efectivamente tiene forma de un árbol  y en las fechas de invierno, se vuelve un espectáculo de brisas y llovizna dado a que en su cima existe un nacimiento de agua.

Parachicos, para grandes… para todos
A la fiesta de los Parachicos se le conoce como la Fiesta Grande. Esta actividad está se distingue por ser un baile de enmascarados en honor al mito de Doña María de Angulo. Esta acaudalada mujer llegó a Chiapa de Corzo guiada por la creencia de que en ese sitio se encentraban los mejores curanderos. ¿El motivo? la sanación de su hijo. Y efectivamente, su hijo se curó. Durante su estadía una plaga llega a Corzo y mata las cosechas. Ella en forma de agradecimiento regaló víveres a los pobladores con la insignia: para chicos. Esta es una celebración que se realiza todos los años del 14 al 23 de enero. En diciembre 2010 se declara Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Zócalo de corzo
Llamada como uno de sus más insignes líderes y libertador Ángel Albino Corzo Castillejos. Este lugar consta de 17 mil metros cuadrados, siendo para muchos chiapacorceños comparable con el Zócalo de la cuidad de México por su magnitud. En la plaza se encuentra la Pilona que se encuentra dentro de una corona hecha de ladrillo. Esta majestuosa fuente colonial de estilo mudéjar, fue construida a mediados del siglo XVI con ladrillos labrados en forma de punta de diamante; en ella destaca el más puro y fino estilo morisco. Alrededor de ella se encuentra el palacio municipal y el portal de comercio donde se pueden conseguir piezas características de la región, textiles, recuerdos en madera laqueada y joyas en ámbar, muy características de la región.

Chiapa de Corzo contiene historia y misticismo que hacen de este lugar un destino por excelencia en México. Desde sus bailes centenarios hasta sus recorridos ecológicos. El Grijalba entonces es un anfitrión apacible y calmado. Y la plaza de armas junto a su pila y la Pochota sean lugares para que el atardecer nos envuelva silenciosamente. 

Ángel Elías

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