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La coyuntura



Tomado de: www.cubadebate.cu
Palabra que suena constantemente en la boca de conocedores, debido a los acontecimientos sucedidos en las últimas semanas. La caída de toda la estructura gubernamental que alguna vez dirigió Otto Pérez Molina.


La gente salió a manifestar como un deber cívico e histórico que desde hace décadas no se le veía a la población de clase media capitalina y educada. Ahhh, las etiquetas, tan descaradas son para acampar en cualquier lado. Este movimiento  evidenció algo, que los guatemaltecos de clase media no se habían dado cuenta, que tenía voz y que podían ser escuchados, porque la fuerza laboral y de consumo se concentra en sus manos. Ese fue un excelente aliciente para que todos tomaran sus pancartas y salieran a expresar repudio. Fue una fiesta total de fervor y conciencia social, un gran paso para esta parte de la sociedad que por tanto tiempo estuvo callada.


Por ejemplo, durante muchos años la población indígena guatemalteca ha salido a manifestar, a oponerse, a hacer resistencia sin resultados. Por eso es importante que la clase media se involucre que tome conciencia que puede ser un momento histórico, no para cambiar el país de la noche a la mañana, sino para encarrilarse para tomar mejores decisiones. Aunque sinceramente creo que la población tiene que crecer, aprender y entender lo que sucede en el país, como tal; esto para no repetir los errores que se han venido cometiendo en los últimos 500 años.


Yo no creo que las manifestaciones tumbaron a Baldetti, pero sí despertaron la conciencia de lo que ya no se quiere en el país. Es una oportunidad para conocerse como país y entender que los problemas  no se enraízan en un gobierno,  que son traumas histórico-sociales que se deben entender; esta es la oportunidad para hablar con el otro. Ahora viene la parte difícil, descifrar  qué quiere la clase media y hacia dónde quiere apuntar,  con qué herramientas y principalmente llegar a acuerdos. Es difícil hacer y crecer como país, nadie dijo lo contrario, pero alguien tiene que hacerlo y puede que esta sea la oportunidad de la clase media. 


Ángel Elías

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