Ir al contenido principal

Para el 2016



Siempre es un poco complicado comenzar a escribir, por diversas razones. Pero los descansos son necesarios, para remojarse o por lo menos esperar lo que aparece en el tintero. 

Guatemala vive un proceso de enfrentamiento ideológico no visto desde las épocas de la guerra. Hay heridas que evidentemente no han sanado, pero principalmente no parece que vayan a curarse fácilmente. Esto provoca enfrentamientos que más que razonables parecen ideológicos, destilan odio y resentimiento guardado durante más de 40 años. La justicia debe cumplirse, indudablemene, pero si ser verde, morada o azul.

También, el año electoral pasó, a ahora viene el primer año de gobierno de un presidente que tienen pocas posibilidades de enderezar un país que se hunde poco a poco.

El aún presidente Alejandro Maldonado simplemente cumplió con su función histórica de abogacía de la oligarquía local, ¿Acaso esperaban otra cosa?  Se pasó de un status quo a... lo mismo. Luego de las manifestaciones que parecieran que eran un despertar ciudadano,  las cosas se mantuvieron en su status quo, creo que al país le metieron un gol al colocar a Maldonado como vicepresidente a la renuncia de Baldetti.

Ese era el juego desde el principio, un alfil afín para mantener la estabilidad del país para poder seguir manejándolo a su antojo. Darle la caída a Baldetti era casi obligatorio, pero ¿a quién poner para que no se nos vaya de las manos? Maldonado fue una excelente carta, y acertada. Acá no ha pasado nada. Su labor siempre ha sido de conservadurismo que le ha funcionado para mantener una carrera política que lo llevo casi por casualidad a la presidencia de la república.

Creo que la población le hace falta mucho la visión estratégica política necesaria para adelantarse a los pasos de la oligarquía que ha gobernado los últimos 500 años. Realmente el problema de acá no es la corrupción de los innombrables, es una oligarquía e injerencia política extranjera que pareciera toma las decisiones y luego se las endosa a la población haciéndoles creer que ellos realmente fueron quienes tomaron esas decisiones, ve qué hermosa estrategia.

Guatemala es inmadura políticamente (valga las pedradas por las generalizaciones) por eso tienen de presidente a Jimmy Morales, por eso no hay reformas serias, sólidas, lógicas y viables a la Ley electoral y de partidos políticos. La gente saliendo a las plazas logró conocerse, logró encontrarse,  intentar el diálogo, pero con el tiempo pareciera que ese diálogo se quedará en sueño de justos. Y es que ese diálogo debió ser hace 20 años cuando se firmaba la paz, ahora se necesitan otros campos de acción, pero principalmente una visión futurista de país.

Los próximos meses serán vitales para el país. Entender que construir un país no es sencillo, que encontrarse, gestarse y nacer es fundamental para el guatemalteco y entender que el país se construye desde lo que creemos bueno, ahora ese es reto, ¿que es lo que creemos bueno para el país?. Ahhh los bemoles de la democracia.

Ángel Elías

Comentarios

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...

El clasismo chapín

"Una familia" Fernando Botero (1989) Tocando el tema del clasismo en el país, me di cuenta, que tanto como el racismo, esta es una práctica bastante generalizada, pero extrañamente permitida; al supuesto que “como lo ven, lo tratan”. Y es que el clasismo en Guatemala se ve como algo mucho más normal de lo que debería ser. Si se tiene carro, si se tiene buena ropa y aunque pareciera trivial es mucho más común de lo que se piensa. Cuántos de nosotros nos hemos topado con personas que gustan de ver a las demás de abajo hacia arriba o preguntarles sobre sus triunfos académicos, ingresos económicos o simplemente dejarse llevar por la apariencia y calificar por lo poco que ve. Guatemala es clasista, se deja llevar por la ropa y la primera impresión; el pensamiento dominante priva de lo que realmente vale. La persona como tal, no por lo que viste o cómo habla. Pero es fácil dejarse engañar y asumir que no se es clasista cuando se practican, aparent...

Mario Payeras y su latitud de la flor y el granizo

La latitud de la flor y el granizo,  del escritor guatemalteco Mario Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1945-1995), es una joya literaria que invita a reflexionar sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta, el cambio climático. Este documento, que fue escrito en la década de 1980, hace un análisis sobre las consecuencias del impacto que el ser humano tiene en la Tierra. “Es urgente, en efecto, parar la obra de la sierra mecánica que en el silencio de la selva hace caer al cedro en flor”, explica el autor.   Con una prosa limpia y poética Payeras hace un llamado a cuidar la fauna y flora guatemalteca. Además explica  la influencia de la época industrial en la naturaleza. “Con la imaginación de poeta nos hace amar  Guatemala y con la rigurosidad de un científico explica todos los fenómenos sociales y naturales”, dice el prólogo.   El libro no solo es una llamada de alerta.  Sus páginas son un recorrido cultural y ecológico por el p...