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| Foto: Soy502 |
Pero llegó y eso es algo que la historia no va a perdonar; entre las malas decisiones, la de Jimmy o Sandra, ambas eran terribles para el
país.
El guatemalteco no votó por el menos peor, esta vez votó por
el desconocido, por el inculto, por el nefasto, ignorante y conservador; ahora
ese mismo presidente debe cargar con la culpa de no saber ni siquiera en qué
país vive y hacerse el sordo frente a las necesidades de sus votantes que
vieron en él una oportunidad de cambio. Pero
no lo ha logrado y parece que no lo logrará.
Ahora se corre la noticia de que quiere expulsar del país a
Iván Velásquez, quien desde la Cicig logró capturar y acusar al Partido
Patriota y todos sus secuaces. Este sería un error que podría hasta costarle la
presidencia a Morales, quien pareciera que sus decisiones las toma con el
hígado e incentivado por “asesores” que lo quieren ver fuera de la presidencia.
Jimmy es un presidente que se enfrascó en la ambigüedad de
no brindar apoyo a la Cicig o a su comisionado, que ha establecido un puente de
hielo con la fiscal Aldana y que se ha tratado de blindar con una rosca que
busca es perpetuar el statu quo que los ha mantenido en las tinieblas y el
poder. Eso no lo ha comprendido Morales, que seguramente ve en estos personajes
a sus salvadores, como esos diablos son los que le susurran el camino de su caída
al vacío cada vez que pueden.
Jimmy, según publicaciones, viajará a Estado Unidos para
pedir la destitución de Velásquez, algo por demás ingenuo y desgastante para su
ya acabada credibilidad. Y claro será inútil, será un zarpazo torpe y estúpido
para dejar en evidencia que él era un incapaz para dirigir el destino de este
país.
No hay peor presidente que el que no sabe ni donde está
parado y eso es lo que ha demostrado Jimmy, que no sabe que en política jugar
inteligente es fundamental, no poner el hígado y no dejarse aconsejar por las
fuerzas oscuras. De lo contrario lo que logrará es poner más excusas para que
Guatemala pida su dimisión.
Las fuerzas oscuras se agrupan luego de la despavorida huida
con las capturas de la Cicig en los años anteriores. Esos entes ahora le dicen
al presidente las fórmulas exactas para que lo saquen del Palacio Nacional por
la puerta de atrás. Le ponen las migas de pan para que se vaya por el
despeñadero. Es un plan perfecto, sacrificar al bufón para quedarse con el
botín. Darle al pueblo la cabeza del payaso y que la goce en la Plaza Central
mientras ellos se reorganizan para retomar el poder completo. Jimmy hasta a
ellos los tiene cansados.
El presidente toma malas decisiones y deja que todo se le
salga del control, que los rumores se tornen en verdades y que las certezas
sobre su incompetencia sean evidentes. Jimmy seguramente será el presidente que
se recordará como el fantoche menos cómico de la historia del país.
Ángel Elías
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