Repudio
Es inconcebible y bajo cualquier punto de vista repudiable el acto realizado en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. Este acto solo se veía en grupos de salvajes. Realmente dónde están los criminales, ¿Son quiénes roban autos o los que los queman? Todo bajo el amparo de un sistema de justicia decadente.
Los pobladores del municipio lincharon a un delincuente en esta semana. En un acto vandálico. Y digno de una película romana los ponen a pelar a muerte. Situaciones así lastiman y laceran a una sociedad que necesita paz.
Todo, problema de un sistema de gobernabilidad corrupto e ineficiente. Por causa de autoridades nacionales y locales ineficaces e indiferentes a la situación del país. Y por si eso fuera poco, en el sistema partidista de elección no se visualiza una situación mejor. Porque los partidos políticos se manejan por oscuros y ambiciosos propósitos. Propósitos que les traen a ellos beneficio personal. De lo contrario cual es el interés de invertir millones de quetzales en campañas políticas ¿Buscar el beneficio social? Patrañas. En esta inescrupulosa elite política lo que menos importa es el beneficio social. Para ellos el pueblo son solo electores que se representarán en un voto y no más. En una mancillada propuesta de democracia que ni ellos se lo creen.
¿Realmente cuál es la intención que tienen al llegar al poder? Pareciera que su intensión es la de beneficiarse y alimentarse de las ubres del estado. Un estado mantenido por los impuestos de los pobladores, los mismos que a la clase política les importa un carajo.
Y es el mismo cantar cada cuatro años. Los electores quedan fascinados por canciones, regalos o discursos populistas, por esos vendedores de sueños. Y luego viene el desencanto. Donde muestran sus verdaderas intensiones y cómo todo lo que ellos osan a llamar “bases del partido” que los postulo, les sirvió únicamente como trampolín al poder.
Realmente la política nacional es un asco. Y lo que sucedió en San Martín Jilotepeque, es una vergüenza, y el reflejo de cómo la manipulación política, puede engañar a una población entera. Y de que esta pantomima a la que llaman elecciones, es una farsa tan grande como ilusoria. Es una pena que nuestra sociedad se caiga a pedazos y es doloroso ser testigo de ello. Pero, como en la selva la ley del más fuerte prevalece. Y lastimosamente le hemos dado el poder a la gente que está mentalmente enferma. Y lo peor del caso, son quienes terminan gobernándonos, con nuestro voto. Bien dicen que tenemos los gobernantes que merecemos. Hace un par de años un columnista decía que Guatemala no tiene suerte con sus gobernantes. Si se tiene un presidente inteligente sale ladrón. Y si se tiene un presidente honrado sale tonto. En alusión al actual y anterior gobierno.
Vivimos en una sociedad de barbarie, donde la sed de sangre pareciera nunca se sacia. Y de seguir así terminaremos comiéndonos entre nosotros.
Hoy socialmente estamos de luto. Esta antología esta dedicada a la muerte de la pasividad en un municipio al que quiero mucho. Así como a la lenta y agónica muerte de una Guatemala que me vio nacer y crecer. Todo en manos de nuestros anteriores, actuales y próximos gobernantes. Esto independientemente de quién quede.
Al cabo de todo esto me invade un sentimiento de rabia, impotencia y profunda vergüenza.
****
Preguntas sin respuesta: ¿Cuál fue el verdadero motivo del linchamiento en San Martín Jil.? ¿Porqué los actos de violencia registrados últimamente tienen un tinte político-partidista? ¿Quién o quiénes se benefician con tanta violencia? ¿Quién difundió el rumor que en San Martín Jilotepeque habían grupos organizados de pandilleros y para qué? ¿San Martín Jilotepeque y Guatemala volverán a ser los mismos después de estas elecciones?
Preguntas simplemente preguntas.
Ángel Elías.
Es inconcebible y bajo cualquier punto de vista repudiable el acto realizado en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. Este acto solo se veía en grupos de salvajes. Realmente dónde están los criminales, ¿Son quiénes roban autos o los que los queman? Todo bajo el amparo de un sistema de justicia decadente.
Los pobladores del municipio lincharon a un delincuente en esta semana. En un acto vandálico. Y digno de una película romana los ponen a pelar a muerte. Situaciones así lastiman y laceran a una sociedad que necesita paz.
Todo, problema de un sistema de gobernabilidad corrupto e ineficiente. Por causa de autoridades nacionales y locales ineficaces e indiferentes a la situación del país. Y por si eso fuera poco, en el sistema partidista de elección no se visualiza una situación mejor. Porque los partidos políticos se manejan por oscuros y ambiciosos propósitos. Propósitos que les traen a ellos beneficio personal. De lo contrario cual es el interés de invertir millones de quetzales en campañas políticas ¿Buscar el beneficio social? Patrañas. En esta inescrupulosa elite política lo que menos importa es el beneficio social. Para ellos el pueblo son solo electores que se representarán en un voto y no más. En una mancillada propuesta de democracia que ni ellos se lo creen.
¿Realmente cuál es la intención que tienen al llegar al poder? Pareciera que su intensión es la de beneficiarse y alimentarse de las ubres del estado. Un estado mantenido por los impuestos de los pobladores, los mismos que a la clase política les importa un carajo.
Y es el mismo cantar cada cuatro años. Los electores quedan fascinados por canciones, regalos o discursos populistas, por esos vendedores de sueños. Y luego viene el desencanto. Donde muestran sus verdaderas intensiones y cómo todo lo que ellos osan a llamar “bases del partido” que los postulo, les sirvió únicamente como trampolín al poder.
Realmente la política nacional es un asco. Y lo que sucedió en San Martín Jilotepeque, es una vergüenza, y el reflejo de cómo la manipulación política, puede engañar a una población entera. Y de que esta pantomima a la que llaman elecciones, es una farsa tan grande como ilusoria. Es una pena que nuestra sociedad se caiga a pedazos y es doloroso ser testigo de ello. Pero, como en la selva la ley del más fuerte prevalece. Y lastimosamente le hemos dado el poder a la gente que está mentalmente enferma. Y lo peor del caso, son quienes terminan gobernándonos, con nuestro voto. Bien dicen que tenemos los gobernantes que merecemos. Hace un par de años un columnista decía que Guatemala no tiene suerte con sus gobernantes. Si se tiene un presidente inteligente sale ladrón. Y si se tiene un presidente honrado sale tonto. En alusión al actual y anterior gobierno.
Vivimos en una sociedad de barbarie, donde la sed de sangre pareciera nunca se sacia. Y de seguir así terminaremos comiéndonos entre nosotros.
Hoy socialmente estamos de luto. Esta antología esta dedicada a la muerte de la pasividad en un municipio al que quiero mucho. Así como a la lenta y agónica muerte de una Guatemala que me vio nacer y crecer. Todo en manos de nuestros anteriores, actuales y próximos gobernantes. Esto independientemente de quién quede.
Al cabo de todo esto me invade un sentimiento de rabia, impotencia y profunda vergüenza.
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Preguntas sin respuesta: ¿Cuál fue el verdadero motivo del linchamiento en San Martín Jil.? ¿Porqué los actos de violencia registrados últimamente tienen un tinte político-partidista? ¿Quién o quiénes se benefician con tanta violencia? ¿Quién difundió el rumor que en San Martín Jilotepeque habían grupos organizados de pandilleros y para qué? ¿San Martín Jilotepeque y Guatemala volverán a ser los mismos después de estas elecciones?
Preguntas simplemente preguntas.
Ángel Elías.
Comentarios
Y SOMOS ENTES RAZONABLES?...!HE!
P.D.
ME DA MUCHISMA PENA QUE VEAS LO QUE ESCRIBO Y PUES NO SE COMPARA
CON LO QUE TU ESCRIBES...
Y TE DECIA QUE AQUI ERA DONDE NO
ME CONTESTABAS...
!BUENO! !UN ABRAZO Y ADELANTE!
Tu desánimo es muy similar al que experimenta mi esposa que como sabes es chapina.
--
Saludos.