Ir al contenido principal

Poemas antes de morir




Publicado en Revista D,
Prensa Libre, Guatemala
11 de Enero de 2009


Ilustración: Marvin Olivares



¿Qué mejor que un poema antes de morir? Tal vez morir sin dolor. ¿Qué poeta no sufre cuando redacta un poema? Simplemente ninguno. Por ello Luis Eduardo Rivera, prolífico escritor guatemalteco, radicado en Francia nos deja un poemario en su reciente visita: Poesía Prepóstuma. Una obra que alberga toda su poesía, no siendo con ello, la totalidad, sino simplemente, lo que deja al vivir, pero sin morir. Este poemario es un recorrido muy completo, por una poesía íntima y cargada de imágenes tan sugestivas, que será una lectura obligada antes de dormir.



En la primera parte: Servicios Ejemplares (1976), que fue su primer poemario; la carga erótica del los textos embriaga. Una esencia dentro de los textos que hace que las letras dejen de serlo, para convertirse en conductos de sensualidad y fuerza pocas veces visto en esa época.


…era un cuarto desnudo
cuarto de rato
con sus cuatro paredes pringadas de gemidos
eran cuatro paredes
impasibles
y sucias
de tanto ocultar el amor a hurtadillas


Por otro lado hay reclamos, amor, deseos inconclusos y todo aquello que nos regala la vida en cada relación. Cuestión que los psicólogos tratan de explicar y que muchas veces simplemente no hay explicación posible.


…ella por las noches
a su lado ronronea bajo las sábanas
contra su cuerpo
satisfecha como una
mujer
protegida como una niña de no sé qué
ocultos temores…


Y la carga de sensualidad continúa como una constante que nos recuerda que a pesar de todo somos humanos.


Salida de Emergencia (1985) en este poemario, se halla un Rivera, como poeta con una voz que emerge, en sus tres partes: Señas, Inscripciones y Sueños Fatuos, el ejercicio de poesía se logra dentro del poeta:


…Me disculpo
por luchar con las armas
erradas
por no ofrecerte más
que estos sucios retazos
de palabras desnudas
de secretos complots
desbaratados…


Encontramos ese poeta, que necesita expulsar todas las palabras que lleva por dentro. Como una catarsis que deja las hojas de papel impregnadas de poesía. ¿Qué mejor que un buen poema para tratar de reparar el mundo? Aunque Rivera sabe que eso no es posible, sí su poesía cumple con su cometido, ser la voz del poeta.


…un par de versos
una descarga de palabras
certeras
y todo el resto será
literatura…


Las voces y los días (1991) el poeta se va a la palabra exacta, a la que dibuja cada uno de sus actos. Por supuesto, sin dejar a un lado la sensualidad en sus palabras y las insinuaciones en su literatura.


…no creo en la perfección
porque es falsa
no creo en la pureza
porque me es ajena
no creo en la belleza
porque es irreal…


En esta selección de poemas, el poeta pasa a ser un observador, deja el estrado, el escenario para sumarse a su expectación. Un tanto más crítico, pero no por ello melancólico, ni emotivo:


…Un poema
que al leerlo
te veas reflejado
como un niño
que descubre su imagen
frente al espejo
inocente…


¿Cuántos de nosotros no relazamos esa maniobra de escudriñar el espejo para recuperar lo que creemos perdido? Entonces y solo entonces la poesía se presenta para devolvérnosla.
Primeros Poemas (1970-1973): en estos textos, un tanto confesionarios, (¿qué poema no es confesionario?) sus poemas dejan a un lado la expectación y se sumergen en preguntas y a su vez en respuestas.


…miller era el desorden de la carne
era el cáncer que cubre nuestro sexo
era el amor no consumado(…)
(…)un libro para mí
era una ceremonia de palabras
palpitando…


En la última parte del libro, el juego de palabras es esa búsqueda de la nueva voz. Esperando que no sea un presagio, en la última parte del libro: Los últimos Poemas (1992-2007), es ese juego de palabras tan característico de sus letras. El uso de la metáfora y de la ironía hace que el libro deje un excelente sabor de boca:


Disparate (descontrucciones)
Disparate
Dispara Té
Dispara a T
ETA, das RIP
Te dispara
Pida artes (…)
(…) París te da:
Tas de Pari
Dis, apart E(…)
(…) A pis de rat
D: parasite…


Poesía Prepóstuma, es un libro que no puede faltar en los anaqueles de los amantes de la poesía y en peor de los casos de los coleccionistas de libros. En una edición de Tipografía Nacional vale la pena tener.


Para qué esforzarme
en recordar
si para verte
me basta
con cerrar
los ojos…


Haga usted el esfuerzo, entonces, por abrir el libro.


Ángel Elías

Comentarios

Cierteamente es muy bueno. Al menos todo lo que pusiste me encanta. No le conocía.

Vengo de Flickr. Calladito te lo tenías, jeje. Hay grandes fotos allí, me acerca también a la gente de esa tierra que siento tanto.

Gracias Angel.
Angel Elías dijo…
Goathemala:
gracias por la visita, me encanta que te pases por mis desengaños.

Esa es una labor que pocos quieren hacer divulgar la buena poesia por el mundo.

Sobre Flickr, no es que lo tenga calladito. Sucede que nadie se pasa por alli. jajaja

te envio un abazo fraterno.

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...

El clasismo chapín

"Una familia" Fernando Botero (1989) Tocando el tema del clasismo en el país, me di cuenta, que tanto como el racismo, esta es una práctica bastante generalizada, pero extrañamente permitida; al supuesto que “como lo ven, lo tratan”. Y es que el clasismo en Guatemala se ve como algo mucho más normal de lo que debería ser. Si se tiene carro, si se tiene buena ropa y aunque pareciera trivial es mucho más común de lo que se piensa. Cuántos de nosotros nos hemos topado con personas que gustan de ver a las demás de abajo hacia arriba o preguntarles sobre sus triunfos académicos, ingresos económicos o simplemente dejarse llevar por la apariencia y calificar por lo poco que ve. Guatemala es clasista, se deja llevar por la ropa y la primera impresión; el pensamiento dominante priva de lo que realmente vale. La persona como tal, no por lo que viste o cómo habla. Pero es fácil dejarse engañar y asumir que no se es clasista cuando se practican, aparent...

Mario Payeras y su latitud de la flor y el granizo

La latitud de la flor y el granizo,  del escritor guatemalteco Mario Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1945-1995), es una joya literaria que invita a reflexionar sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta, el cambio climático. Este documento, que fue escrito en la década de 1980, hace un análisis sobre las consecuencias del impacto que el ser humano tiene en la Tierra. “Es urgente, en efecto, parar la obra de la sierra mecánica que en el silencio de la selva hace caer al cedro en flor”, explica el autor.   Con una prosa limpia y poética Payeras hace un llamado a cuidar la fauna y flora guatemalteca. Además explica  la influencia de la época industrial en la naturaleza. “Con la imaginación de poeta nos hace amar  Guatemala y con la rigurosidad de un científico explica todos los fenómenos sociales y naturales”, dice el prólogo.   El libro no solo es una llamada de alerta.  Sus páginas son un recorrido cultural y ecológico por el p...