Ir al contenido principal

Acá en algún lado


¿Que nos queda? Pensar que las cosas tienen remedio. Las tendrán. Por ratos salgo a la calle y me topo con una manifestación de maestros quemando llantas y peleando con autobuseros, pasajeros que llegan por enésima vez tarde al trabajo. En mi trabajo ya maté a todas mis abuelas, dice un piloto atrapado en el denso tránsito de una ciudad gris. Poco amigable. Unos policías pasan cerca del lugar para verificar el orden de la manifestación. Regresan a la subestación seguros de que todo está en orden. Maestros en la calle, niños en la casa viendo los Teletubies, pilotos al borde de la histeria, reza el informe policial. Mientras en la televisión, el jefe de la policía es acusado por involucrarse al narco. No tiene pruebas, piensa. He salido de peores situaciones. La noticia es un reguero de pólvora. La ven en todas las tiendas que dicen que al azúcar se escasea, que se vendará medida. Pesadilla de los Neoliberales. Un tipo remoja su champurrada dentro de una bodega llena de azúcar, su jefe le ha dicho que no saque nada hasta que se ponga mejor el precio. Ese hombre se roba una cucharada, para su café. Al mismo tiempo piensa en el cobro de su cheque solidario. Sabe que si manda a sus patojos a estudiar tendrá su dinero seguro. Y si consigue algunos nombres más, será mejor el dinero. No importa si firma papeles donde dice que recibió dinero, aunque no está seguro si es todo.

En este país… cuando salgo a caminar, no puedo porque es una ciudad de autos, porque es una ciudad solitaria, impersonal. Porque la muerte ronda en las esquinas, fuma en las cafeterías, bebe en las aceras de las calles. Pero a pesar de todo en este país, la esperanza tiene un alma de mujer, consejera, con una sonrisa que conquista. Es sensible, es hermosa. Tal vez lo único que me tiene anclado a esta tierra.

Ángel Elías

Comentarios

Engler dijo…
¡Qué agridulce este post!
Angel Elías dijo…
una cucharada de azucar a la vida...

Entradas más populares de este blog

APOCALYPTO.

Mi buen amigo Guillermo, escribió un artículo interesantísimo. Le Concedo el espacio ya que es un excelente material. ¡¡¡Que lo Disfruten!!! Mel Gibson’s montó una película cuya argumentación es una pura y simple extrapolación de algunos pocos hechos históricos de una sociedad que el cineasta llama Maya, pero que en realidad no corresponde, ni por las escenarios arquitectónicos, ni por el vestuario, ni la utilería, ni por las manifestaciones de la vida cotidiana de los pueblos mayas descritos por los cronistas españoles, sobre todo curas, a finales del siglo XVI. Y por otro lado, dada la tendencia de Gibson’s a magnificar lo sangriento, las bajas pasiones, con el fin de impactar a un público cinófilo ávido de violencia escénica, sediento de actos necrófilos, convierte el film en una desagradable y, a veces repulsiva, ficción del salvajismo de los humanos. La historia negra de l...

El clasismo chapín

"Una familia" Fernando Botero (1989) Tocando el tema del clasismo en el país, me di cuenta, que tanto como el racismo, esta es una práctica bastante generalizada, pero extrañamente permitida; al supuesto que “como lo ven, lo tratan”. Y es que el clasismo en Guatemala se ve como algo mucho más normal de lo que debería ser. Si se tiene carro, si se tiene buena ropa y aunque pareciera trivial es mucho más común de lo que se piensa. Cuántos de nosotros nos hemos topado con personas que gustan de ver a las demás de abajo hacia arriba o preguntarles sobre sus triunfos académicos, ingresos económicos o simplemente dejarse llevar por la apariencia y calificar por lo poco que ve. Guatemala es clasista, se deja llevar por la ropa y la primera impresión; el pensamiento dominante priva de lo que realmente vale. La persona como tal, no por lo que viste o cómo habla. Pero es fácil dejarse engañar y asumir que no se es clasista cuando se practican, aparent...

Mario Payeras y su latitud de la flor y el granizo

La latitud de la flor y el granizo,  del escritor guatemalteco Mario Payeras (Chimaltenango, Guatemala, 1945-1995), es una joya literaria que invita a reflexionar sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta, el cambio climático. Este documento, que fue escrito en la década de 1980, hace un análisis sobre las consecuencias del impacto que el ser humano tiene en la Tierra. “Es urgente, en efecto, parar la obra de la sierra mecánica que en el silencio de la selva hace caer al cedro en flor”, explica el autor.   Con una prosa limpia y poética Payeras hace un llamado a cuidar la fauna y flora guatemalteca. Además explica  la influencia de la época industrial en la naturaleza. “Con la imaginación de poeta nos hace amar  Guatemala y con la rigurosidad de un científico explica todos los fenómenos sociales y naturales”, dice el prólogo.   El libro no solo es una llamada de alerta.  Sus páginas son un recorrido cultural y ecológico por el p...