
DESICIONES
Será otro día de aquellos y veré a través de la ventana como los árboles han perdido sus hojas una vez más y las calles se encuentran vacias, cerraré la ventana, volveré a mi viejo sofá con el cual he compartido ya tantos años; me sentaré, estiraré las piernas y colocaré mis pies en el banquillo de felpa. Respirare profundamente mientras escucho un disco de jazz y recuerdo ese día, aquel 25 de Enero del setenta y dos cuando escuche las palabras del mundo " mi mundo" resonando en mi cabeza: " Estas despedida, hemos hecho recorte de personal y ya no podemos contar contigo en la empresa" , " Lo siento, pero cuando el amor se acaba ya no queda nada por hacer", " Hija es que todas las jovencitas a tu edad ya son alguien y a ti se te pasan los años y no has hecho nada".
Noches de insomnio, desvelos, dias y meses de tocar puertas e insistir y nada. Simplemente el mundo no queria escucharme, me habia eliminado dejandome con vida aún y ¿para qué?
Camine hacia este lugar en el cual decidí internarme dándole gusto a las predicciones del destino fui tan cobarde que no pude quitarme la vida, sabía que estaba destinada al fracaso a pesar de tener tan solo veintiocho años. Lo sentia, lo vivía , era así.
(Perdón que les interrumpa es que llaman a la puerta. Son mis nietos, suelen venir todos los domingos a cocinar galletas, a escuchar todas las aventuras vividas, en esa vida que nadie quizó y tomé. No saben cómo disfrutan cuando su abuelo y yo les contamos cuentos y los acompañamos a jugar al jardín trasero, todos están siempre al pendiente pues nosotros por la edad, no podemos corretear por allí, pero podemos gozarnos al verlos sonreir.)
La fortuna haber escuchado aquel día los gritos de mi corazón.
Aminta Paiz
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